RETRATOS HABLADOS

Llegamos al capítulo central previo a la contienda electoral para la elección de 84 alcaldes en el Estado de Hidalgo. Y no, no hubo sorpresas de ningún tipo. Simplemente se confirmaron los malos presagios en torno a cada uno de los partidos políticos y la mascarada de los independientes.
    Morena, el partido del Presidente de la República, decidió apostar todo a que la popularidad de su fundador y hoy Jefe de la Nación, se haya mantenido incólume, y le sirva para obtener sonoros triunfos pese a la anarquía absoluta que priva a su interior, no sólo en la entidad, sino en la mayor parte del país.
    Para estas alturas importa bien poco que el Grupo Universidad, principal aparente aliado del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, haya desatado una campaña en su contra a través de los medios informativos que posee a través de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, donde no lo bajan de prospecto de dictador, mentiroso, torpe, y otras lindezas. Es decir que el rompimiento es abierto, pero aún así buscan aprovechar su imagen para imponer, primero candidatos y luego presidentes municipales afines a sus muy particulares proyectos de poder.
    Morena no sólo no creció en territorio hidalguense, sino que se achicó a tal grado que para estos momentos no pocos reconocen que sin el Grupo de poder que maneja nuestra Máxima Casa de Estudios, estaría más perdido de lo que está. Es cierto, no hay prospecto alguno de valía y presencia para luchar por ayuntamientos tan importantes como la capital de Hidalgo, Pachuca; Tulancingo, Tula, Huejutla, Ixmiquilpan, entre otros, donde ya se perfilan personajes que le deben todo al Patronato Universitario.
    Esa es la terrible realidad, les guste o no. Y es una lástima
    Del lado de Acción Nacional, no se ve cómo podrían recuperar terreno ante una lacerante realidad que los colocan en una condición de damnificados no solo por la llegada de AMLO a la Presidencia, sino los magros y patéticos resultados de sus administraciones municipales que están por terminar.
    A lo anterior se suma una pugna sin fin por la dirigencia en la entidad.
    Y en el PRI, cuando todos daban por muerto a un partido que es el principal afectado por los desfiguros de la pasada gestión presidencial, es posible descubrir una actitud diferente en la que podrían generar las condiciones que lleven a recuperar la confianza de sus militantes.
    Esa es la palabra: confianza que se perdió al paso del tiempo.
    Parece que ya se observa una tregua real entre los personajes tricolores que tuvieron un poder enorme, los que administran el que tienen y los que en un futuro nada lejano podrían ser piedra angular del poder en todo el país.
    Hay señales de que se han puesto de acuerdo para impulsar candidaturas ganadoras, al grado de hacer válida la disciplina de quienes hasta hace poco juraban que si no eran los seleccionados emigrarían hacia otras latitudes.
    No, no habrá ninguna desbandada ni tampoco enfrentamientos en la cúpula del poder.
    Parece que ya hay acuerdos. Y si esto es real, entonces pueden ganar Pachuca, por ejemplo, Huejutla, Tula, Tulancingo, Ixmiquilpan, Tizayuca, entre otros. Sólo si hay acuerdo.
    Así las cosas hasta este momento.
Mil gracias, nos leemos el próximo lunes.

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@JavierEPeralta