La CFE y el consumo de energía en los hogares

NÚMEROS CLAROS

Sin duda alguna, se están creando las condiciones, y se están propiciando las contradicciones, para justificar en cualquier momento la privatización de la CFE y el surgimiento de cientos de empresas proveedoras de energía eléctrica. No hay duda que la venta de energía eléctrica es el negocio del futuro, aunque aún haya más de un 4% de mexicanos sin acceso a la electricidad, de acuerdo a cifras oficiales, cerca de 6 mil hogares.

 

Ha sido insistente en el discurso del presidente los beneficios que recibirán los hogares por la reforma energética; sin embargo, cada bimestre, inexplicablemente, millones de familias pagan más por el consumo de energía, reduciendo sus ingresos y bienestar.

Está de más señalar el impacto negativo de los altos cobros en pequeñas tiendas, sitios de internet, barberías, estéticas, talleres mecánicos, cocinas económicas y otros pequeños negocios que se han convertido en fuentes de ingresos para millones de hombres y mujeres que han sido expulsados del mercado formal de trabajo y que frente a esos cobros se ven obligados a cerrar sus negocios.

Aunque es difícil creer en las encuestas mensuales sobre desempleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las cuales hacen ver a México como el país que tienen la menor tasa de desempleo dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), habrá que considerarlas. Con una tasa del 4.4% en julio ésta fue menor al promedio de 6.8% de todos los países de ese club y sólo de 4.7% en agosto.

Con ello, los hombres y mujeres que laboran en la economía informal y los desempleados estimados, alcanzarán más de 33 millones; una vez rectificada la Población Económicamente Activa (PEA) por las instituciones responsables, situada en poco más de 52 millones 623 mil 721 personas en condiciones de trabajar.

Pero como todos sabemos, la informalidad laboral en nuestro país conduce a que miles de pequeños negocios en las calles de pueblos y ciudades se conectan ilegalmente, lo que afecta la rentabilidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, la perdida de energía eléctrica no debería ser compensada con cobres injustificados, excesivos y sin fundamento alguno.

Precisamente, los abusos dentro de la CFE han llevado a que esta empresa del gobierno federal encabece el número uno de quejas por parte de los consumidores con más 17 mil 951, superando las que los consumidores hacen de los servicios telefónicos que prestan Nextel, Telcel, Telmex y Iusacell, de acuerdo a información de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Debido a ello, le fueron impuestas 144 multas a la CFE por más de 5 millones 705 mil pesos.

¿Por qué razón una empresa como la CFE que debe operar con ética, sigue basando su funcionamiento en la corrupción, en el engaño y el fraude a millones de usuarios? Si no fuera así, por supuesto que no habría demandas ante la PROFECO, que diariamente no habría enormes colas de usuarios en las oficinas de los Estados reclamando los cobros exagerados, ni manifestaciones en su contra, como lo han hecho en Tabasco, Hidalgo y recientemente los pobladores de El Tajito, en Sinaloa, donde a mucha gente humilde le han llegado facturas que superan los 4 mil pesos.

Para muestra de lo absurdo un botón. En una privada residencial de Pachuca, la caseta de vigilancia que está en la obscuridad, consumió en el reciente bimestre (Julio-Septiembre) 573 pesos; mientras que la casa más grande, la cual consta de tres pisos y luces exteriores, que no se apagan durante la noche, apenas registró un consumo de 438 pesos. Otras tres casas de tres pisos, en la primera con 6 habitantes, en la segunda y tercera con 5, en todas ellas con niños mayores de 10 años y jóvenes de más de 17 años, pagaron en este último bimestre 213, 293 y 265 pesos, respectivamente.

El colmo, mientras que en una casa que consta de planta baja y un piso, donde viven dos personas adultas, las cuales siguiendo instrucciones de la CFE cambió la totalidad de la iluminación y la televisión a LED en 2014, con una política de plena austeridad en el consumo de energía, debió pagar facturas de 1,542 el último bimestre del año pasado, 677 en el primero de 2015, 875 en el segundo, 726 en el tercero y 622 en el cuarto.

Esta irracionalidad ha llevado a una familia a revelarse contra la CFE y dejar de pagar por su consumo. No sólo eso, sino que decidió conectarse directamente al fluido eléctrico, una vez que le fue retirado su medidor, sin que ese hecho le acarreara problemas. Finalmente, este puede ser el camino que podrían tomar numerosas familias en Pachuca y en el país: dejar de pagar su consumo de energía y conectarse directamente, pues finalmente la CFE es incapaz de cobrar lo justo por en consumo y sancionar a quien se conecta directamente a la red.

¿Qué se oculta detrás de estos consumos irracionales de energía registrados por la CFE? ¿Qué está pasando en los barrios populares, en las zonas habitacionales y residenciales de Pachuca? ¿Cuál es la razón de estos cobros injustificados por el consumo de energía, que no revelan la realidad del uso de la energía en las familias?

            Es el momento de protestar por los abusos de la CFE, por el maltrato a los ciudadanos cuando acuden a sus oficinas para revisar sus facturas, por las inexplicables respuestas de los funcionarios a los consumidores, por lo irracional del discurso oficial del presidente sobre las tarifas eléctricas, las cuales no han aumentado en este año, pero de enero 2013 a diciembre 2014 lo hicieron en 6.31% la tarifa básica, 4.58% la intermedia y 5.19% la excedentaria; para quedar finalmente en 0.809 pesos por kWh la primera, 0.976 pesos por kWh la segunda y 2.859 pesos por kWh la tercera.

Sin duda alguna, se están creando las condiciones, y se están propiciando las contradicciones, para justificar en cualquier momento la privatización de la CFE y el surgimiento de cientos de empresas proveedoras de energía eléctrica. No hay duda que la venta de energía eléctrica es el negocio del futuro, aunque aún haya más de un 4% de mexicanos sin acceso a la electricidad, de acuerdo a cifras oficiales, cerca de 6 mil hogares.

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