POR: EL PEQUEÑO TIMMY
A pesar de que desde hace unos meses la carrera rumbo a la gubernatura había comenzado al interior de los partidos políticos, el pasado 15 de diciembre se hizo oficial el arranque del proceso electoral 2021- 2022 por lo que ahora sí se puede decir que “la carrera ha comenzado”, y en este sentido los sombrerazos manotazos y berrinches no tardan en hacerse presentes al interior de los partidos políticos, aunque digan “que todo es lindo, que todo es unidad”.
Perfiles similares al de Francisco Xavier Berganza Escorza hay en todos los institutos políticos, y se dejarán ver en tanto sus partidos no los elijan como candidatos o candidatas, el único problema y en lo que lleva ventaja el diputado con licencia es que él sí logró su manifestación de intención a la candidatura independiente y aunque tendrá que recabar las 65 mil firmas necesarias para convertirse en candidatos.
Mientras tanto, todas y todos los aspirantes, como Berganza Escorza, hace unas semanas, declaran ante la prensa: “vamos con unidad, lo importante es ganarle a los de enfrente, sea quién sea me sumaré pero yo quiero ser…” y tras el cuestionamiento sobre si no son favorecidos con la candidatura la respuesta: “me sumaré al trabajo del elegido o elegida”, no se dejan esperar mientras con un puñal escondido a la espalda esperan el momento justo para dar la puñalada trapera a quién sí haya ganado la candidatura.
Interesante será el ejercicio que se tendrá para conformar la coalición “Va por Hidalgo” ya que hasta el momento, a pesar de que en las cúpulas nacionales se dieron los abrazos y besos necesarios, en Hidalgo las dirigencias estatales del PAN y el PRD, han dicho que no, que de momento no aceptan que el candidato de la coalición sea el del PRI; es más, se atrevieron a decir que ellos ya van muy adelantados y que el tricolor no ha tenido acercamiento con ellos, porque el amor con amor se paga y si no hay soplos al oído pos nada más no hay correspondencia.
Rumbo a la elección que será la madre de las batallas político- electorales de los últimos tiempos, los partidos políticos que buscan encabezar la confrontación Morena y PRI, saben que necesitan hasta de los partidos que han estado a poquito de perder el registro, y por ende como en la ley de la oferta y la demanda, los partidos políticos con su militancia se convierten nuevamente en moneda de cambio.
Lo que hoy es una realidad es que la oposición por sí sola no va a ganar, el panorama de la división que protagonizaron José Guadarrama y Francisco Xavier en la elección que le dio el triunfo a Omar Fayad se repite, pero ahora no contra el PRI sino contra Morena. El panorama reflejado en las pasadas elecciones en las que los mismos partidos políticos reconocieron que solos no les alcanzan las canicas, es al que llegarán los candidatos y candidatas a la gubernatura; es decir que los más probable es que sólo haya dos candidatos o candidatas (con posibilidades reales de llegar), pero en caso de que se comiencen a dividir, el panorama se hará más complejo y se debilitarán las coaliciones.
¡Qué triste es eso de la dependencia al otro! Pero también es un vicio que se ha gestado en las últimas décadas, con esos partidos pequeños, satélites y mediocres que lo único que buscan es mantener su registro para seguir comiendo del pueblo, mismos que ahora han aprendido a negociar y no se irán sin una buena tajada, sin posiciones políticas o puestos dentro del gobierno si es que la coalición gana.
¡Qué feo es eso de los matrimonios políticos! Pero bueno, en la guerra y el amor todo se vale, mientras los tribunales lo digan o que magistrados, que les gusta hacer investigaciones “exhaustivas”, encuentren algún punto para revertir la balanza. Todo se vale mientras la ley no lo vea, mientras la ley no lo diga, y mientras la ley siga siendo ciega, así la carrera ha comenzado, y veremos quienes llegan a la recta final tanto de un lado como del otro.
