Ayer, por segunda vez, el estado de Hidalgo dejó atrás el semáforo epidemiológico color rojo, y regresó al color naranja, sin embargo desde hace unas semanas la disposición oficial respecto al manejo de la contingencia durante dicho semáforo se había ignorado por gran parte de la sociedad. Ayer no fue tan notorio el regreso a semáforo naranja, la gente transita por las calles de la capital hidalguense, algunos usan cubrebocas, otros ni eso, y el espacio público se ve más concurrido cada día. 

En voz de algunos comerciantes, se supo que no dejarían de abrir sus negocios otra vez debido a que la situación económica se había vuelto insostenible, razón por la que también hay comercios que no volverán a abrir sus cortinas, sin embargo se han implementado medidas sanitarias como los tapetes sanitizantes y el uso obligatorio de cubrebocas así como de gel antibacterial dentro de los locales.

De igual forma, las filas para algunas instituciones bancarias no han disminuido durante la contingencia sanitaria, entre trámites y pagos en ventanilla, se ve que se forma la gente y se aglutinan afuera del banco. Los cajeros automáticos y cajas prácticas, han sido los más descuidados, ponen su huella una y otra persona sin garantizar la limpieza de estos.