La Academia en tiempos de la 4T (parte I)

La Academia en tiempos de la 4T (parte I)

Agenda Educativa

La reciente designación del nuevo fiscal de la Ciudad de México y la expedición rápida del título de licenciado en derecho por parte del Centro Universitario Cúspide han puesto en el centro de la opinión pública el ámbito académico y las universidades.

En los tiempos de la 4T y de acuerdo con las creencias y declaraciones de AMLO en “las mañaneras”, la honestidad es más relevante en el gobierno que los títulos universitarios. Los principios morales, como “no robar, no mentir, no traicionar al pueblo” y “amor con amor se paga”, pretenden ser principios de la política pública. Sin embargo, estos principios no reflejan una moralidad pública consecuente, sino lisonja y eslóganes del partido político de Morena.

En la época de la 4T y AMLO como su líder político, se valora más al “pueblo bueno” que el mérito y la trayectoria académica, y los títulos universitarios parecen de poca importancia, así como la forma en que se obtienen y de dónde se obtienen.

Los títulos universitarios y el mundo académico, que representan el trabajo intelectual, la búsqueda de la verdad, el compromiso y la ética, están fuera del sistema de creencias de AMLO y de la época actual. En cambio, parece que la academia y la universidad son consideradas moralmente como guaridas llenas de bandidos (por usar una expresión de Arthur Schopenhauer) que vendieron su alma en el contexto del neoliberalismo, volviéndose elitistas, conservadoras y corruptas.

¿Cómo se construyó esta creencia política en contra de la academia y las universidades? Existen antecedentes históricos que pueden recordarse en estos tiempos de la 4T. Durante las precampañas, AMLO visitó numerosas universidades públicas y privadas generando un apoyo entusiasta por parte de estudiantes y docentes. Este respaldo, especialmente en temas de financiamiento, parecía indicar un compromiso sólido hacia la educación superior. Sin embargo, ese respaldo parecía que era solo para ganar simpatías y voluntades.

En apenas unos meses de ejercicio del poder, AMLO distanció su gobierno de las universidades públicas por varias razones. En primer lugar, porque consideraba que las universidades no representaban al pueblo, es decir, no reflejaban una mayoría y su gobierno estaba pensado para beneficiar a la mayoría históricamente desfavorecida. Esto se alineaba con el carácter populista de la 4T y la necesidad de una educación superior diferente que representarían las Universidades del Bienestar Benito Juárez García.

Una segunda razón, vinculada con la anterior, es que las universidades, especialmente las públicas, han sido espacios de crítica y disentimiento con las acciones del gobierno en turno, y el gobierno de AMLO no es la excepción. Aunque la crítica no es ajena a las universidades y es parte intrínseca de su función, AMLO posee un estilo autoritario en la forma de gobernar; es decir, las cosas se hacen a su manera, incluso cuando pueda estar equivocado.

Dos libros abordan con gran claridad el mundo académico, la problemática universitaria y las políticas educativas en tiempos de la 4T: La regresión educativa (1921), obra coordinada por Gilberto Guevara; y, Análisis de la política en educación superior bajo el gobierno de AMLO (2021), obra coordinada por Pedro Flores Crespo y quien escribe estas líneas.

X: @cesar_garcia131

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