Kherima, la momia que provocaba “trances” en museo de Brasil

Luego del incendio que arrasó el Museo Nacional de Rio de Janeiro, donde 20 millones de objetos fueron consumidos por el fuego, uno en particular despertaba una gran curiosidad entre los visitantes, se trata de la momia egipcia Kherima.

Relatos de hace casi 60 años aseguran que Kherima provocaba trances en las personas que se acercaban a ella.
En la década de 1960, por ejemplo, una joven tocó los pies de la momia y, fuera de sí, comenzó a asegurar que los restos eran de “una princesa de Tebas llamada Kherima que había sido asesinada a puñaladas”.


Otras personas afirmaron tener un malestar físico o descompensación súbita cuando se acercaban a la momia.
Fue el profesor Victor Staviarski, miembro de la Sociedad de Amigos del Museo Nacional, quien ayudó a intensificar el misticismo en torno a la momia.
En sus clases contaba además con la presencia de mediums y eran seguidas por sesiones de hipnosis colectiva al lado de Kherima.
En aquella época era posible tocar a la momia y las reacciones inesperadas que resultaban de ese contacto alimentaron el imaginario popular.
A través de tomografías computarizadas permitieron verificar que Kherima era hija de un gobernador de Tebas, una ciudad importante del Antiguo Egipto.
Los científicos que estudiaron la momia afirman que Kherima tenía entre 18 y 20 años de edad y vivió durante el Período Romano de Egipto, entre los siglos 1 y 2. La causa de su muerte nunca fue identificada.
Kherima, de 2.000 años de antigüedad, fue llevada a Brasil en 1824, en una caja de madera, por un comerciante llamado Nicolau Fiengo.
Dos años después la momia fue vendida en una subasta al emperador brasileño Pedro I, quien la donó al entonces Museo Real, fundado en 1818 en Campo de Santana, un parque en la zona central de Rio de Janeiro.
Kherima destacaba porque sus extremidades estaban envueltas en forma individual en vendas de lino decoradas, lo que le daba el aspecto de una muñeca extraña.
Otras momias de la misma época fueron preservadas con otras técnicas menos detallistas, y se cree que había solamente ocho momias en el mundo como Kherima.
Se cree que toda la colección del Museo Nacional de Brasil se perdió en el incendio.

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