CINE DE MAÑANA

El septuagenario actor irlandés Liam Neeson se ha convertido en el heredero de las glorias de justicieros al estilo de Charles Bronson, por lo que no hay que esperar muchas variantes a este rol.

Contrarreloj de Nimrod Antal, a cuya premier nos invitaron los buenos amigos de ZIMA, tiene al menos algunas particularidades.

El guión de Alberto Marini y Christopher Salmanpour se sitúa en Alemania, donde Matt Turner (Neeson) es un asesor financiero que tiene que sacarle las papas del fuego a su ambicioso jefe Anders Muller (Matthew Modine), ante las constantes pérdidas.

El atribulado financiero lleva a sus hijos al colegio, cuando una voz misteriosa le advierte que hay una bomba en el vehículo.

Acto seguido Matt ve con horror como poco a poco, sus socios de la firma vuelan hechos pedazos y la policía sospecha que él es el bombardero.

Así pues la cinta repite la receta de Máxima velocidad, un clásico de Jan de Bont de 1994, que lanzó al estrellato a Sandra Bullock. Matt a diferencia de sus socios, es un hombre honorable, distanciado de su familia por su trabajo, con poca comunicación con sus hijos, y con la amenaza de su esposa Heather (Embeth Davidtz) de pedir el divorcio.

Pero en su favor el director húngaro de Control, consigue mantener el suspenso hasta el final, con todo y giro de tuerca,

Retribution resulta pues una entretenida cinta palomera que confirma a Neeson como justiciero infalible.