
RETRATOS HABLADOS
De manera anticipada, como se acostumbra en estos tiempos de la política mexicana, los aspirantes a ser nominados candidatos a un puesto de elección popular en Hidalgo, han decidido que ya es el momento de arrancar actividades que los coloquen como posibles abanderados para el Senado de la República, la Cámara de Diputados federal, la estatal y por supuesto a una de las 84 presidencias municipales que estarán en disputa. Está claro que el eje central de todo, será la elección presidencial.
Es así que, con la fuerza que llegue el presidente, Andrés Manuel López Obrador, al dos de junio de 2024, se dibujará el mapa político del país, y evidentemente de nuestra entidad.
Llegará muy fuerte, y eso es algo que debe tomarse como una bendición para sus seguidores, o una maldición para los que no lo son.
Y por supuesto en todo este mar de interpretaciones, surge la pregunta fundamental: ¿hay oposición real para el partido gobernante en Hidalgo, hay fortaleza en el PRI, PRD y PAN, para intentar darle batalla en la conformación del Congreso federal, estatal y de los ayuntamientos hidalguenses?
Si partimos de lo que hoy mismo se puede observar, resulta que la pugna interna del Revolucionario Institucional y también en Morena, ha desembocado en el surgimiento de poderes alternos al de los propios institutos políticos, que tendrán una fuerza fundamental para llevar a dónde ellos quieran el rumbo de la elección.
En primerísimo lugar el Grupo Universidad, que de nueva cuenta liderado en vivo y a todo color por su único líder histórico, parece que por fin encontrará el momento justo y la hora justa, para poner en marcha su Plan Integral que le permita ser candidato a la gubernatura del Estado.
Primero tendrá que hacer aún más suyo el Congreso local con aspirante que él mismo impulse y patrocine, igual que los candidatos a las presidencias municipales más importantes, Pachuca por supuesto, y está claro que se reservará la nominación al Senado de la República como un paso fincado en la tradición, para de ahí buscar y llegar a la primera magistratura estatal.
Sin embargo, esta ruta de poder, tendrá que cimentarse en una buena relación con el gobernador, Julio Menchaca Salazar, que para cuando eso suceda, estará fincado como el líder político de Hidalgo, que por esa razón también impulsará perfiles cercanos que podrían echar por tierra el Plan Integral citado.
Del lado de la oposición, o lo que de ella quede, es difícil prever si el priísmo hidalguense no haya decidido emigrar masivamente a otros colores, hay que incluir a Morena por supuesto, para conformar un nuevo frente, siempre y cuando exista un acuerdo real y público, de los ex gobernadores, Omar Fayad y Miguel Ángel Osorio. Todo dependerá de la capacidad de sobrevivir de los dos personajes citados.
Mil gracias, hasta mañana.
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