CRÓNICA | Río de gente se desborda para apoyar a Julio Menchaca

CRÓNICA | Río de gente se desborda para apoyar a Julio Menchaca

Multitud acude a la comunidad de Chilijapa para acompañar al candidato común de Morena en su cierre de campaña.

Como un río de gente que lleva el agua de la esperanza, comenzó el camino desde la delegación municipal de Chilijapa hasta el lugar donde el candidato de Morena era esperado por otra multitud. Con porras y algarabía, la gente esperaba a Julio Menchaca Salazar, hombre al que le coreaban “ya llegó, ya está aquí, el que va a sacar al PRI”, a su llegada la gente se arremolinaba para tomarse una foto o saludar al candidato de la esperanza. Aquél personaje que tras 59 días de campaña llegaba al último a la comunidad de Tepehuacán de Guerrero para sepultar simbólicamente a los cacicazgos de la región, en la tierra que vio nacer a su adversaria Carolina Viggiano Austria.

A su caminar, el candidato seguramente pudo observar lo separada que está la decisión del voto en la región y no faltó la que siendo simpatizante de Viggiano Austria, puso a todo volumen la canción de la candidata, mientras la gente que seguía a Menchaca Salazar murmuraba cosas como: “ni aunque pongan sus canciones, van a ganar”, “que bailen los días que les quedan” mientras paradójicamente caminan frente al inmueble abandonado de lo que fue la Unidad Médica 123 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Durante el camino, las lonas de apoyo a uno y a la otra eran evidentes y no faltaban las lonas color guinda que con una flecha señalaban a las de Viggiano Austria con la leyenda “ya se van”, en tanto un grupo de mujeres realizó sonajas con latas y botellas a las que les metieron piedritas que hacían sonar al ritmo de la porra: “El pueblo manda, y a Julio lo respalda”; “Ni PRI ni PAN, gobierno popular”…

La pequeña iglesia de la comunidad fue testigo del río de automóviles y gente a pie que pasó hacia el evento, una riada color guinda, color Morena, el nuevo color que la gente recibió para la esperanza, así como la corriente de blanca y turquesa de cientos de maestros y agremiados al Partido Nueva Alianza Hidalgo (PNAH), por su parte con dos banderas del PT, llegó el exdirigente del partido de la estrella Arturo Aparicio Barrios quién animosamente saludó a su compañero de política, Luciano Cornejo Barrera ex militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

A la fiesta de Julio Menchaca no faltaron personajes que renunciaron a otros partidos para seguir al que muchos ya ven como el ganador a la gubernatura; sin embargo, en su mensaje en español y náhuatl, el candidato expresó que a pesar de que van muy por encima en las encuestas no bajen la guardia y salgan a defender el voto de manera pacífica el próximo cinco de junio.

La cara ajada de mucha gente busca a momentos iluminarse de esperanza, busca muy adentro creerle al candidato, hacer a un lado décadas de promesas incumplidas, tratan de convencerse de que pueden obtener más si no venden su voto, algunos van con la única esperanza de recibir una gorra o una sombrilla y muchas más van con la convicción de que los abusos cometidos por unas cuantas familias se acabarán con la llegada de Morena al poder y eso sólo es posible si votan por el candidato común.

Mientras los discurso huecos resuenan en el lugar, parte de la gente aprovecha para comerse un elote o unos esquites, aunque para la mayoría pagar 15 pesos por alguno de estos productos es demasiado, ni se diga pagar una ficha de internet por 10 pesos para tener conexión tres horas en un perímetro no mayor de 10 metros de distancia a dónde está la antena.

Otras personas esperan que les regalen algún producto ya sea un mandil o un morral con el nombre del candidato de Morena, o bien uno de esos “Menchaca Kit” que rifaron al inicio del evento.

Loa paleteros y vendedores de diversos productos hacen su agosto con los que vienen de fuera, aquellos que pueden comprar un elote, un chicharrón, una paleta y un refresco al mismo tiempo. Así es la realidad de este municipio y su gente.

Cuando llega el turno de escuchar a Menchaca Salazar, entonces la gente pone atención. El traductor hace su parte al repetir el discurso del candidato en náhuatl, y tras concluir con su grito “¡Vamos a ganar!” mismo que se replica tres veces, la gente buscó acercarse al candidato para despedirlo, Menchaca sonríe y toma el bastón de mando que le ha otorgado la comunidad indígena, un compromiso que la gente se toma muy enserio cuando de cultura y tradición se trata.

De esta forma, Julio Menchaca Salazar, concluye 60 días de campaña, en las que buscó a toda costa mantener viva e incrementar la flama de la esperanza de un gobierno de izquierda, una flama que hace cuatro años encendió Andrés Manuel López Obrador y que ahora busca que ilumine al estado de Hidalgo, concluye campaña rodeado de la gente que conoce a Carolina Viggiano, coreado por el grito: “¡Los villanos ya se van!” y con el compromiso de que las promesas que se han hecho se cumplan por el bienestar de la gente.

Related posts