Gobernador Menchaca promete un estado incluyente 
Photo Credit To Diario Plaza Juárez

Gobernador Menchaca promete un estado incluyente 

A diferencia de lo que muchos hubieran querido, no hubo autobuses en la periferia de la Plaza Juárez de Pachuca; en cambio, el corte a la circulación permitió que se pudiera caminar, al menos por unas horas, sobre las cuatro calles que rodean el espacio en el que se levanta el Palacio de Gobierno, recinto decorado por primera vez en toda la historia de Hidalgo con los colores de un partido que no es el Revolucionario Institucional (PRI).

Así fue la primera imagen que se percibió de la toma de protesta de Julio Menchaca Salazar, como Gobernador Constitucional del Estado de Hidalgo. Un evento descomunal, con una logística que por momentos quedó rebasada, con presidentes municipales que anteriormente bastaba decir su nombre para que se les abrieran las puertas pero que ahora tuvieron que esperar, como la gente, a que les dieran acceso. 

Unos minutos antes de que comenzara la sesión solemne, gran parte de los boletos que fueron repartidos para la gente que tuvo invitación, habían sido contabilizados. Detrás de la valla, el pueblo. La misma gente que no tuvo una silla y que de pie aplaudió y vitoreó la llegada del cambio y la transformación de Hidalgo.

Como es y ha sido en eventos de este tipo (tomas de protesta a gobernadores) en primeras filas, la clase política que no desperdició el momento para lucir las zapatillas, los trajes y corbatas, y los vestidos despampanantes que adquirieron para la ocasión, sin imaginar que a pesar de tener buen lugar, Menchaca Salazar no los alcanzaría a ver.

Tras el pase de lista, los 30 diputados locales estaban presentes, unos más que otros pero ahí estaban al menos en cuerpo físico porque en mente no se puede asegurar nada. También estaban presentes senadores, diputados locales, gobernadores de varios estados que ha ganado Morena, ex gobernadores, funcionarios públicos, y demás políticos que se pueden considerar “la crema y nata” de la Cuarta Transformación. 

Posteriormente, se conformó una comisión de diputados y diputadas para que acompañaran y dieran la bienvenida al gobernador electo. Julio Menchaca salió del Palacio de Gobierno que ha sido decorado con el color guinda, el color del partido de la esperanza pero además con motivos de bordados de tipo “pepenado” que son típicos del Valle del Mezquital. Salió acompañado del gobernador saliente Omar Fayad Meneses a quien no le fue tan bien ya que el grito de “¡Omar, entregas y te vas!” retumbó en el lugar. 

Y todo parece indicar que así fue, tras caminar hacia el estrado, y a pesar del esfuerzo de Fayad Meneses por mantenerse íntegro, hubo momentos en que la expresividad que tantas veces mostró orgullo y control durante el sexenio, comenzó a flaquear, comenzó a mostrar que su tiempo como mandatario estatal estaba consumado, y sin subir al estrado como ocurrió con otros gobernadores, se fue en cuanto la cámara que seguía a Menchaca Salazar lo perdió de vista. 

No tuvieron la misma suerte los ex gobernadores Manuel Ángel Nuñez Soto y Francisco Olvera Ruiz, este último, a pesar de los abucheos y los gritos de “¡Fuera el PRI!” a momentos parecía disfrutar de los gestos que hacía Omar Fayad Meneses, quizá por su mente regresaba aquél momento en el que tuvo que entregar el poder al candidato que tampoco fue el suyo, y la forma en que el nuevo gobernador, Omar Fayad, le hizo saber que en su gobierno, además del Tuzobús, había cosas que revisar.

Pero los abucheos no sólo alcanzaron a perfiles priistas como el presidente de Pachuca, Sergio Baños Rubio; o la senadora Nuvia Mayorga Delgado; o la diputada federal Sayonara Vargas Rodriguez; sino al senador de Morena Ricardo Monreal Ávila quien a diferencia de las otras “corcholatas” (aspirantes a la candidatura a la presidencia de la república por Morena), fue abucheado por la gente que aplaudió a Mario Delgado y le  gritó “¡presidenta!” Claudia Sheinbaum. 

En 20 minutos que transcurrieron desde que Menchaca Salazar salió de Palacio de Gobierno hasta su llegada al estrado, los gritos de la gente cambiaron de acuerdo a los perfiles que se asomaban en las grandes pantallas que se encontraban dentro de la carpa que resistió el evento, no como la que se desplomó a mitad de semana. Afuera, en el parque, como una verbena popular la venta de comida y antojitos mexicanos no se hizo esperar, no faltaron los churros y chicharrones y hasta los llaveritos de “Menchaca” a diez pesitos.

Otro punto que se puede evidenciar en un evento de gran magnitud es el peso político que no tienen diversos perfiles de políticos que buscan tomarse la foto con el gobernador entrante o con el funcionario federal para presumir en sus redes sociales que son “amigos” de políticos de gran peso, mismos que ni siquiera los conocen. 

Tras reanudarse la sesión que se suspendió para recibir al gobernador electo, se procedió con la ceremonia cívica, la toma de protesta y tras los honores a la bandera, Julio Menchaca Salazar rindió protesta al cargo con las siguientes palabras: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado de Hidalgo y las Leyes que de ellas emanen y desempeñar leal y patrioticamente el cargo de Gobernador del Estado que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Nación y del Estado de Hidalgo, si así no lo hiciere, que el pueblo me lo demande” y con la señal de la Cuarta Transformación conformada por cuatro dedos de la mano, saludó a distancia a todos los asistentes, desatando así el grito: “¡Sí se pudo!”.

En el siguiente punto del orden del día, el Gobernador Constitucional emitió su mensaje, en el que aseguró que se comienza a escribir un nuevo capítulo de la historia de Hidalgo, y apuntó que es la oportunidad de construir de la mano del pueblo, la anhelada alternancia y se tiene todo para lograrlo. 

Destacó que después de 93 años, la ciudadanía decidió un cambio de rumbo y acabar con las malas prácticas de un sistema que aseguró “ya se fue para siempre”. De la misma forma reconoció que hay muchos problemas antiguos y complejos “pero unidos podemos superarlos, porque con el pueblo todo y sin el pueblo nada”.

Por otra parte, se comprometió a erradicar la corrupción y la impunidad para llevar los recursos públicos a donde la gente los necesita, además de construir un estado incluyente: “a partir de este día comenzaremos a combatir los abusos para desmantelar el sistema que nos ha lastimado a todos, hoy inicia la lucha por la igualdad de género, de las personas adultas mayores, de los grupos de la diversidad, y de las personas con discapacidad”.

Y aseveró que la esperanza venció a la imposición, “en Hidalgo ya inició la transformación”. Por último el nuevo gobernador de la entidad, manifestó su respeto a todas las expresiones y grupos políticos de la entidad, por lo que dijo que es momento de poner orden: “tengan la seguridad no les voy a fallar, lo mejor está por venir, en Hidalgo primero el Pueblo”.

Finalmente se cantó el Himno Nacional Mexicano y con una comisión de cortesía el gobernador fue despedido del lugar, mientras la gente se arremolinaba para tomarse la foto con algunos políticos, los medios de comunicación toleraban la prepotencia de guaruras de funcionarios federales y la grosería de algunos como Mario Delgado que a pesar de las preguntas que se le hacían, con total soberbia intentaba ignorar a la prensa local.

Así se realizó la sesión solemne de la 65 Legislatura entre porras al nuevo gobernador, consignas y hasta groserías en contra del gobernador saliente y con el primer logro de Julio Menchaca Salazar, haber reunido a los 30 diputados y diputadas locales en una sesión en la que todos y todas estuvieron presentes en todo momento, una proeza que no se ve de manera cotidiana en la denominada Casa del Pueblo.  

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