“JUGAMOS COMO UN EQUIPO” CAIXINHA

LA MÁQUINA ES LÍDER DEL TORNEO y este fin de semana despachó en el Azteca a los Esmeraldas del León por un marcador contundente de 3-0

Pedro Caixinha destaca dos momentos clave, de los cuales se pudo gestar la victoria de Cruz Azul.
”Uno”, dice el portugués, “la parada que hizo Chuy [Corona] al tiro de William [Tesillo de León]; nos mantuvo firmes en esos momentos del partido, donde no estábamos bien”.
”Y dos —continúa el lusitano— el gol de Elías [Hernández]… eso nos catapultó para arriba”.
El momento de Cruz Azul es para ilusionarse, es para mirar arriba, más allá de sólo un buen arranque de torneo, pero Caixinha no quiere que nadie se ilusione, así que destaca las cualidades del grupo sobre las individualidades, y dice que esto, más que un gran juego realizado, “es demostrar que somos un equipo que juega como un equipo y que sabe acoplarse a las dificultades de cada juego, de cada partido”.
Más allá del resultado, que fue goleada, el europeo asegura que el partido no fue nada sencillo: “Aunque ustedes [los medios de comunicación] lo quieran ver de otra manera. León nos apretó muy bien al inicio”.
Por otro lado, en cuanto al juego de los celestes ante la fiera, de la mano de Roberto “Piojo” Alvarado y con las anotaciones no festejadas de Elías Hernández, Cruz Azul está en lo alto del torneo, tras golear 3-0 a León.
El “Piojo”, traído de Necaxa, se volvió el alma del equipo cementero al poner los tres servicios para los tantos de Elías y Milton Caraglio, que ayudan a La Máquina a sumar tres puntos, mantenerse en lo más alto de la tabla y volver a mostrar que el buen inicio de torneo no es una casualidad.
Esta Máquina va en serio y sólo busca una verdadera prueba para mostrar que puede aspirar a cosas mayores. León fue un lindo gatito, un gatito preso de las malas decisiones de su directiva, que van desde contrataciones hasta la permanencia de Gustavo Díaz.
Goles en silencio. En estos tiempos de capitalismo extremo, donde se critica que no hay amor a la camiseta… ¿Por qué señalar cuando un jugador no festeja los goles que le anotó al club que lo catapultó?
Hernández recibió el balón de un rebote, después de una gran jugada de Alvarado; tiró, Rodolfo Cota rechazó, pero el balón le volvió a quedar en los pies y con la cabaña vacía. El atacante empujó la pelota a las redes. ¿Festejo? Apenas unos pasos al costado para después alzar las manos al cielo, en busca del perdón de los verdes que por cinco años lo vitorearon.
Anotó el segundo y también… No hubo festejo.
Felicidad contenida
Cruz Azul sigue con su marcha invicta en el torneo, mostrando el músculo, mostrando un juego compacto y siendo contundente.
Es el Cruz Azul que no se hace las cosas sencillas. Que tiene que reflejarse en el sufrimiento de años anteriores para sacar el segundo aire y aplastar a quien se le ponga enfrente.
León es un desastre, pero eso no es culpa de los cementeros. Apenas dio pelea cuando el partido se jugaba con hombres completos, porque César Ramos anda filoso y enseñó dos tarjetas en el primer tiempo, una por bando: al 18’, Gerardo Flores se fue por atizarle a Pedro Aquino y al 35’ Alexander Mejía también fue echado por engancharse con Iván Marcone.
Jugando 11 contra 11, León fue mejor. Puso en verdaderos aprietos a un Cruz Azul que salió medio sobrado a la parchada y triste cancha del Estadio Azteca, que cada día se ve peor.
La Fiera puso en aprietos a los de Pedro Caixinha. La defensa no hacía sus recorridos, los medios no bajaban a ayudar… Pero, cuando Flores se fue a las regaderas, fue cuando el “gen Caixinha” salió a flote. Cruz Azul, con Edgar Méndez de lateral se acomodó mejor en el campo y vino la superioridad.
Y llegaron los goles. De la mano de Alvarado y firmados por Elías.
Primero aprovechó un rebote, después de que el Piojo dejó sembrados a dos leoneses. Después, en un contragolpe le puso el pase preciso a Hernández, quien —con toque suave— venció a Cota.
Ambos tantos, Elías, el ex de León, no los festejó.
El conjunto guanajuatense salió derrotado para la segunda parte y Cruz Azul a sobrellevar el juego. Pocas acciones de gol, pocas acciones para los porteros.
Hasta que el “Piojo” se volvió a conectar. Ya en la agonía del partido, sacó un centro preciso para Caraglio, quien firmó la goleada. Fiesta completa en Santa Úrsula, gracias a una Máquina que ilusiona.

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