#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
• Un aniversario más de la tragedia de Talavera de la Reyna en 1920
Estimados amigos con el gusto de saludarles desde este espacio de Plaza Juárez. El pasado miércoles 16 de mayo, se cumplieron 98 años del trágico deceso del Gitano José Gómez Ortega, “Gallito”, “Joselito”. “Joselito El Gallo”.
Probablemente la efeméride más importante del calendario taurino, fecha está grabada a fuego en la historia de la tauromaquia, 16 de mayo de 1920, día en que murió José Gómez Ortega en Talavera de la Reina, después de haber sido herido por “Bailaor”, de la dehesa de la viuda de Ortega, trascendente porque Joselito estaba considerado en ese momento como el mejor torero del mundo, llamado por sus paisanos andaluces “Rey de los Toreros” y que, a pesar de su juventud, mandaba en el toreo como nadie lo había hecho, buscando mejorar la fiesta en muchos aspectos.
Fue junto con Juan Belmonte García y Rodolfo Gaona Jiménez, figuras del toreo durante las primeras décadas del pasado siglo y revolucionario de la tauromaquia que hasta entonces se realizaba sobre piernas, ejecutando pases de muleta “por la cara” del astado, en un intento de pararlo y fijarlo para darle muerte a estoque. Pero surgen estos tres toreros, Joselito y Belmonte, andaluces y Gaona mexicano, y revolucionan el toreo, con sus tauromaquias de fijar y plantar los pies en la arena, parar la embestida de los toros, templarla y hacer pasar a los bureles entorno de su cuerpo, tras la muleta, para después con un “muñecazo” despedir la embestida “por la pierna de salida” y enganchar nuevamente al toro para engarzar otro nuevo muletazo realizando faenas acompasadas y rítmicas, en lo que se llama torero en redondo.
Sin embargo poco duró el gusto de la afición de aquella época de ver a los tres “Monstruos del Toreo” juntos, la tarde del 16 de mayo de 1920, recién cumplidos los 25 años, Joselito pierde la vida de la manera más increíble que pudiera concebirse, cornado por un toro, imposible!, si su propia madre había dicho qué “para que un toro corneara a José solamente que le tirara un pitón”, pero no, a “Bailaor”, que así se llamó el burel homicida, le bastó un certero derrote de su pequeña y recortada encornadura para abrir el cuerpo del diestro, a la altura del abdomen y causarle la muerte, que llegó en la misma enfermería del Coso de Talavera de la Reina.
José Gómez nació, en la Huerta de “El Agarrobo”, Gelves, Huelva, el 8 de mayo de 1895, en el seno de una familia de origen gitano y raíces taurinas, que contaba ilustres matadores de toros entre sus miembros, todos conocidos como “Los Gallos”. Nieto, hijo y hermano de toreros, fue considerado en su momento niño prodigio del toreo, ya que desde la tierna edad de ocho años comenzó a torear en tentaderos a los que los ganaderos de buena gana le invitaban. Antes de cumplir 13 años, visitó por primera vez de luces en Jerez de la Frontera, alternando con José Puerta, “Pepete” y José Gárate “Limeño”, matando un eral, pero ante el gran tamaño de su segundo enemigo el público le impidió matarlo, se dice que el jovencísimo Joselito lloró de coraje.
Su debut en Madrid, en la Plaza de La Carretera de Aragón, fue el 13 de junio de 1912, con una verdadera corrida de toros de Olea. En Sevilla se presenta el 23 de junio del mismo año, en el que al final de la temporada acumula 45 actuaciones todas con gran éxito, resultando herido en Bilbao, el primero de septiembre, percance que no fue obstáculo para que el día 28 del mismo mes y año tomara la alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, de manos de su hermano mayor Rafael Gómez “El Gallo”, con toros de Moreno Santamaría
El corte del toreo de Joselito era largo en su trazo y poderoso, dominaba los tres tercios de la lidia, efectivo con el capote y de facultades “prodigiosas” para banderillear, dominador con la muleta, se decía “que pensaba como toro”, pues parecía adivinar las reacciones de los astados a los que se adelantaba e imponía sus condiciones de lidia, con la espada era un matador fácil y certero.
Como es sabido “Joselito El Gallo”, no debió haber toreado la tarde de su muerte en Talavera de La Reina, pues el cartel original lo integraban su hermano Rafael Gómez “El Gallo”, su cuñado Ignacio Sánchez Mejías y Larita, sin embargo ante la decisión de Joselito de no torear más en Madrid se decidió que la corrida de Talavera quedara en un mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías, con toros de la viuda de Ortega, lo demás es ampliamente conocido “Bailaor” le prendió por el vientre, muriendo en la enfermería de la plaza cuando era atendido.
Como lo hemos comentado en otras ocasiones, de la muerte en una posibilidad real en todos los escenarios taurinos, sin importar el tamaño de los astados o la jerarquía de los toreros.
Así son las cosas en la más bella de todas las fiestas.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.
