• Ambos aparecen sobre el escenario con un saco oreado, pero lo demás refleja su personalidad
¿Por qué estar en México?, Joan Manuel Serrat bromea frente a un Auditorio Nacional que mostraba algunas butacas vacías. “¡Si le dieron asilo a Evo (Morales) a nosotros también!”. Joaquín Sabina está a un lado y en el ánimo de ser sincero, dice también travieso: “¡Nos gusta la platita y cuando trabajamos juntos, trabajamos la mitad y cobramos igual!”. Ambos aparecen sobre el escenario con un saco oreado, pero lo demás refleja su personalidad. Serrat, el de “Cantares”, luce pantalón y zapatos de vestir formales, mientras Sabina, el de “19 días y 500 noches”, porta un entallado y calzado con vivos en rojo. Y de pronto, “No hay dos sin tres”, comienzan a cantar lo que llaman uno de sus primeros éxitos. ”Tengo manita, no tengo manita, porque la tengo desconchabadita”, se oye y recibe por parte del público un aplauso y risas. ”Esta noche contigo”, se convierte en la primera canción forma de la velada, en la que se irán turnando presencia frente al micrófono y, en varias ocasiones, como con “El pirata cojo”, donde se visten de corsarios, estarán juntos. Pero las bromas entre ellos no pararán. ”La verdad es que Joaquín es un hombre infeliz, están haciéndole una serie, pero no sé qué van a poner de contenido porque lo divertido es la leyenda”, exclama Joan Manuel. ”Y está seguro que Netix es una marca de toallitas desechables”, agrega. Sabina, siempre coronado por su sombrero, seguirá el juego.