Home Nuestra Palabra Jaque descubierto

Jaque descubierto

0

TEMPORAL

Parece que a Vicente Fox le urge que el drama termine, pero se equivoca. Dice que el rey está en jaque, pero lo que está en jaque es el país. La mezcla de políticas y estrategias del gobierno federal, a la postre, han resultado insuficientes para sacarnos del atolladero. Incluso puede decirme que no sirven ni las mentadas… reformas.

 

El tablero está a la vista, y si hay un jaque es porque el estilo de juego, puesto que chango viejo no aprende maroma nueva, es más que conocido. Sin variantes, sin espacio para una genialidad, anquilosados en la experiencia del poder a plenitud en que se formaron, es obvio que están con la espalda contra la pared o, si se desea, con poco margen de maniobra. Les pesa, sobre todo, estar bajo la lupa internacional.

En el sexenio anterior, por ejemplo, se acuño el término “colombianización” para explicar el incremento en los índices de violencia asociada con el crimen organizado ocurrido en México desde entonces. Más allá de la pertinencia de la comparación, el uso del término expresó la preocupación creciente por la escalada de violencia, así como por la evidente corrupción en el seno del aparato de justicia nacional.

Recientemente, en cambio, en carta personal hecha pública, el Papa Francisco manifestó su preocupación por el avance del narcotráfico en Argentina, sugiriendo “evitar la mexicanización” de ese país del cono sur. Más aún, en la misma misiva establece en México “la cosa es de terror”. Sentimiento generalizado entre la población diversas entidades del país, por más que se diga otra cosa.

Por otro lado está el tema del petróleo: de acuerdo con Javier Arreola (2014), por cada dólar que se reduce el precio del barril de petróleo de la mezcla mexicana, la recaudación de la Secretaría de Hacienda se reducen aproximadamente en 300 millones de dólares. Una cuestión adicional es que de continuar el descenso en el precio del crudo, podría contratarse más deuda pública. México se encuentra entre los cinco países más endeudados del mundo respecto del PIB (35%).

Además, en tanto el dólar se fortalece -la economía de Estados Unidos se beneficia mucho del descenso en los precios petroleros-, el peso se debilita cada vez más, anclada como está la economía mexicana a la extracción de petróleo. Actualmente se observa el mayor descenso en la paridad peso-dólar de los últimos seis años. Es decir, prácticamente desde la crisis financiera de 2008, año en que una vez más se afectó severamente el ingreso de las familias mexicanas.

Y esto último también es de terror para la gente común. Ante la crisis y la escasez de empleo formal, crece el comercio informal y el empleo precario. Conforme a la OIT, 58 por ciento de la PEA labora en alguna modalidad de la economía informal. Lo que ocurre se siente en el bolsillo, en la boca del estómago…

Mucho es lo que puede cambiarse, pero para “encontrar y tener el gobierno que nos merecemos”, como propone el cineasta González Iñárritu, tenemos que poner manos a la obra.