En 1609 un galeón español que viajaba hacia México naufragó en las costas de Iwawada, Japón. A bordo iban Rodrigo de Vivero, ex gobernador interino de Filipinas y su tripulación. Los sobrevivientes de aquella tragedia fueron socorridos por los habitantes de ese territorio japonés y en agradecimiento a aquella ayuda, el entonces virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, envió un preciado obsequio: un reloj mecánico que ahora se resguarda en el Museo Toshogu de Kuno-zan.
Una réplica de esa pieza histórica, conocida como “El reloj occidental de Ieyasu”, fue donada la mañana de este viernes al Museo Nacional de las Culturas como un recordatorio de la larga e histórica amistad que une a ambos países.
El evento de entrega-recepción, realizado en el Museo ubicado en la calle de Moneda, fue encabezado por el embajador de Japón en México, Akira Yamada, el alcalde de la ciudad de Shizuoka, Nobuhiro Tanabe, y el coordinador Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, José Enrique Ortiz Lanz.