Durante la eucaristía de este domingo en la Basílica de Santa María de Guadalupe, ante un centenar de personas, el párroco Tomás Roque Cruz, se pronunció en favor de la “transformación espiritual verdadera” como parte de una nueva conversión cristiana, misma que expuso como una cuestión de real exigencia para los feligreses.
Posterior a la lectura del Evangelio de Marcos en su capítulo 12, el sacerdote se dirigió a su congregación con el fin de resaltar que la vida cristiana actual resulta exigente para quien la vive, pues está rodeada de una serie de normas y reglas que cada vez es más complicado seguir “por voluntad y no por obligación”.
“Al hombre no se le puede exigir ser bueno sólo porque sí”, mencionó durante el sermón, además de pedir disciplina ante el rigor del día a día, aprovechó para hacer un llamado en torno a la vocación eclesial, invitando a la comunidad joven a ser parte del llamado al discipulado, principalmente.
Así mismo, Roque Cruz señaló que el amor con apegos, no es verdadero amor, mencionando que para profesar de manera pura y óptima dicha virtud, se debe ir de la mano con la fe y no con “las situaciones terrenales y el apego a personas y bienes”.
Finalmente, pidió a sus fieles que oren por los gobernantes de nuestro país en este momento de transición política y social, para que sea la sabiduría quien los guíe en la toma de decisiones correctas y en beneficio real de la comunidad, haciendo a un lado los intereses personales.
