Innovación necesaria a mitad de sexenio

Terraza

Casi tres años han pasado desde que el Presidente Enrique Peña Nieto se inauguro como mandatario de nuestro país. Su administración prometía mucho en aquella campaña de 2012 e incluso al poco tiempo de tomar protesta, se vislumbraron los primeros cambios prometidos, sin embargo; en la actualidad, una serie de escándalos y especulaciones, han frenado la estrategia anunciada previamente.

 

 

Lejos de retomar el lema “me comprometo y cumplo”, EPN y su equipo necesitan una nueva vela para seguir navegando de forma tranquila en el mandato de México. Sería una buena estrategia centrarse en esfuerzos de seguridad; aquellos que de acuerdo a la opinión pública flaquean y que requieren justicia formal y entendible para todos.

 

 

 

La empatía es una palabra clave que también puede ayudar a mejorar la percepción de EPN; pero no sólo será el hecho de “ponerse en los zapatos del pueblo”, la nueva estrategia debe aplicarse con rapidez, ya que los ciudadanos están cada vez más impacientes y críticos, además, será difícil que toleren errores por pequeños que sean.

 

El Presidente no está solo en su lucha por reafirmar el compromiso que adquirió al asumir su cargo, incluso hace unos días recibió una serie de propuestas por parte del  Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en materia de Justicia Cotidiana. Las medidas que el CIDE expuso, parecen buenas y viables, en especial para llevarlas a cabo en los tres años que nos quedan en el sexenio actual.

 

Ya que iniciamos con el tema de seguridad, una de las propuestas que llama la atención, es la de crear policías de proximidad, lo que se traduciría en un arma eficaz para combatir el crimen organizado, aprehender posibles mafias e incluso evitar los robos a casas habitaciones. Es importante que el combate al crimen organizado y otros grupos delictivos formen parte de la nueva estrategia de Peña Nieto y sus colaboradores.

 

Una propuesta más, ésta vez en materia de transparencia, es la de ampliar los espacios de mediación y conciliación para problemas entre particulares; de ésta forma se evitarían especulaciones fuera de lugar, abuso de poder y cualquier forma del término que está tan de moda: “conflicto de intereses”. En una vertiente de éste mismo plan, se capacitaría a todos los funcionarios para que ejercieran con inteligencia y ética su puesto.

 

Pasando a tópicos más civiles, se le propuso a EPN agilizar los trámites burocráticos en cuando a expedición de documentos; los cuales nunca dejan de ser tediosos para la mayoría de los ciudadanos, lo que a su vez fomenta la informalidad de varios. Tampoco estaría de más, resaltar este tema, especialmente para los nuevos profesionistas, quienes comienzan con su papeleo obligado.

 

El CIDE presentó al presidente veinte puntos , pero estoy seguro de que con tomar los que ya mencionamos para diseñar y ejecutar un nuevo plan comunicación bastaría, al menos en los años que nos quedan con Enrique Peña Nieto al frente. Con la correcta aplicación de éstas propuestas. la innovación presente en las mismas y su aplicación a corto o mediano plazo; el presidente puede realizar mejoras considerables antes de dejar La Silla.

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