* Las ciudades destruyen las costumbres
“Las distancias apartan las ciudades, las ciudades destruyen las costumbres”, decía José Alfredo Jiménez, y en estos tiempos nos resignamos a ser testigos de cómo la modernidad acaba con el pasado inmediato, el nuestro, que en algún momento consideramos eterno. Nada más equivocado que pensar en la constancia de los lugares, cosas, personas que juramos serían parte no solo de la existencia frágil -que es la de uno-, sino del universo entero.