Dinámica Educativa
(Tomado del documento homónimo publicado por la organización Inglés para la competitividad y la movilidad social)
“Desarticulación del currículo de inglés en distintos niveles educativos
Existe una desarticulación de objetivos en los planes de estudio de los distintos niveles educativos. A pesar de que el Programa Nacional de Inglés en Educación Básica (PNIEB) o el Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Educación Básica (PFCEB) sean dirigidos por la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, esto no facilita la existencia de una continuidad de la enseñanza del inglés en los niveles de educación media superior y superior pues no existe coordinación de currículos ni objetivos entre las diferentes subsecretarías de la SEP.
Mientras en la educación básica se planteaba que el PNIEB permitiera a los estudiantes alcanzar niveles de inglés de B1 hacia el final de la secundaria, en educación media superior no se continúa con este objetivo. Los planes de estudios de los dos primeros semestres del primer año de bachillerato indican que el estudiante deberá alcanzar un nivel A1 o A2 al terminar el periodo. Estos niveles esperados son equivalentes a lo que las autoridades de educación básica esperan de alumnos de entre 3° y 6° de primaria respectivamente. Tampoco las universidades están alineadas a un currículo secuencial, usualmente haciendo un trabajo de remediación de deficiencias en el idioma.
A pesar de que existe un esfuerzo por coordinar un plan de estudios ordenado en educación básica, este esfuerzo debe ampliarse a niveles superiores. Es entendible que ante el estado actual del conocimiento de inglés de los egresados de educación básica los planes de estudio de niveles superiores tengan que hacer ajustes y disminuir los requisitos de egreso.
Por ejemplo, las universidades que exigen un nivel determinado de inglés para sus graduados se enfrentan a un cuello de botella porque con los recursos actuales y el nivel inicial de inglés de los estudiantes es virtualmente imposible remediar las deficiencias durante la licenciatura. Lo mismo sucedería en educación superior si los niveles esperados se homologaran.
Para resolver este problema se tienen que crear mecanismos que permitan una mayor flexibilidad de la asignatura de inglés que posibilite que estudiantes que han cursado por programas estatales de inglés o PNIEB tengan la oportunidad de dar continuación a su nivel de inglés. Pero al mismo tiempo reconocer que las condiciones iniciales hacen necesario regularizar el nivel, dentro de lo posible, de otros estudiantes que no han estado en contacto con la asignatura.
La situación también es grave en otras instituciones de educación superior como es el caso de los Institutos Tecnológicos pertenecientes al Tecnológico Nacional de México en donde la enseñanza del inglés no es obligatoria. Esta es una situación urgente de resolver pues los tecnológicos son la principal fuente de ingenieros en el país. En el caso de las Universidades Tecnológicas, se han implementado iniciativas y programas como las universidades bilingües y el programa de becas para promover la movilidad de sus estudiantes a través de estadías en universidades de los Estados Unidos.
Baja calidad educativa generalizada
Estimaciones de la calidad educativa sugieren que las habilidades de lectura de los mexicanos son deficientes, aún en español. De acuerdo con datos de PISA, México se encuentra por debajo del promedio de países evaluados –entre ellos Tailandia, Chile, Rusia y Turquía. Los resultados muestran que 41 % de los alumnos no alcanza el nivel de competencia básico en este rubro. Un sistema educativo que tiene dificultades para lograr niveles satisfactorios de comprensión lectora en la lengua materna de los estudiantes difícilmente será un ecosistema que permita el desarrollo eficaz de asignaturas como un segundo idioma.
El nivel de inglés que obtienen los egresados de educación básica es deficiente
Mexicanos Primero (2015) ha diseñado y aplicado el primer Examen del Uso y Comprensión del Idioma Inglés para Egresados de Secundaria (EUCIS). Este examen estandarizado es quizá la medición más importante del nivel de inglés en egresados de educación básica que hasta ahora se haya aplicado en México. Aunque probablemente no todos los egresados de secundaria hayan participado en el PNIEB desde tercer grado de preescolar, este trabajo documenta el estado actual del conocimiento del inglés en jóvenes de ese nivel escolar. Por otra parte, la metodología del examen puede servir de base para evaluar el PNIEB en el mediano plazo.
Los resultados de este trabajo de investigación indican que 79 % de los egresados de secundaria que se evaluaron tienen un desconocimiento total del idioma, lo anterior a pesar de la obligatoriedad de la materia de inglés en ese nivel de secundaria. Esto quiere decir que el egresado de educación básica recibe una calificación aprobatoria en la materia de inglés hasta su egreso pero no garantiza que el estudiante adquiera las competencias esperadas por el currículo establecido por la SEP en 2009.
El 13 % de los que presentaron el examen tiene un nivel A1 del Marco Común Europeo de Referencia (MCER) – nivel objetivo para los niños que salen de 4° primaria bajo los estándares del PNIEB. Apenas 5 % alcanzaron el nivel A2, mientras que los estudiantes que lograron egresar con un nivel de inglés de B1 fue únicamente de 3 %.
Carencia de instrumentos adecuados para medir el nivel de inglés en la población
Las pruebas estandarizadas como la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) y Planea, la prueba que sustituye a ENLACE, no consideran la evaluación del idioma inglés, a la par de materias como matemáticas, español o formación cívica y ética. Planea (o alguna prueba estandarizada similar independiente que se diseñe en el futuro) podría ser un excelente mecanismo para monitorear el dominio de inglés en el sistema educativo. Lo anterior debe implementarse a la par de evaluaciones a profesores de inglés. El aprendizaje de inglés de las personas está relacionado positivamente con las capacidades del maestro que imparte la clase.
Debido al estado actual de la enseñanza del inglés –la cobertura de los programas nacionales no es total– una prueba estandarizada sesgaría los resultados de manera importante. Para que una evaluación censal sea útil debe aplicarse a estudiantes de escuelas que hayan pertenecido al programa. Una alternativa es crear un módulo de evaluación muestral que comience a evaluar el nivel de inglés de los alumnos que han pasado por el programa.
Por último, es necesaria una evaluación del nivel de inglés de los estudiantes para diagnosticar las necesidades de alumnos, docentes y escuelas. Un diagnóstico bien fundamentado permitirá diseñar mejores políticas educativas en el tema.” (Continuará).
*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS)