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Inglés es Posible VI

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Dinámica Educativa

Propuesta de una Agenda Nacional

(Tomado del documento homónimo publicado por la organización Inglés para la competitividad y la movilidad social)

 

                “El plan de acción [(del Programa Nacional de Inglés en Educación Básica, PNIEB)] consistió en el diseño curricular de planes y programas desde tercero de preescolar hasta el sexto grado de primaria; la readecuación de los tres grados de secundaria; y la implementación de programas de formación continua docente, lineamientos para la elaboración y evaluación de materiales educativos y, la certificación del dominio del inglés para determinar los criterios para la formación de docentes; el establecimiento de la instrumentación del programa contemplaba también la organización del mapa curricular, la administración de materiales educativos, formación inicial y continua de docentes y la definición del modelo de implantación. Además la SEP desarrolló la Certificación Nacional de Nivel de Inglés (CENNI) para generar las equivalencias de los distintos estándares de inglés.

El CENNI es el estándar que establece los niveles que los alumnos de educación básica debían tener en cada etapa del PNIEB y certifica de manera oficial el nivel de conocimiento con base en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

Lamentablemente, en 2014, la relevancia del PNIEB se vio minimizada al haber sido fusionado con otros programas para conformar el Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Educación Básica (PFCEB).

Problemas de la política educativa para la enseñanza del inglés

Ausencia de una estrategia nacional clara sobre el dominio del idioma inglés

En México no existe una estrategia nacional clara y explícita sobre el tema del dominio del idioma inglés como herramienta para impulsar la competitividad y la movilidad social. Por ejemplo, el Programa Sectorial de Educación (PSE) 2013-2018 no considera la enseñanza del inglés como una estrategia para promover la competitividad del país. De hecho, no menciona la palabra “inglés”, “idioma” o “lengua” a lo largo de sus 111 páginas.

En contraste el PSE 2007-2012 para Educación Superior si contemplaba al inglés “como parte de los planes de estudios y requisito de egreso”. El más reciente PSE 2013- 2018 señala la trascendencia de “impulsar la educación intercultural en todos los niveles educativos y reforzar la educación intercultural y bilingüe para poblaciones que hablen lenguas originarias”. Esta misma lógica debería trasladarse a la enseñanza del idioma inglés como instrumento para fomentar la interculturalidad entre sociedades que lo hablan.

Por su parte, el Plan Nacional de Desarrollo actual establece que se debe “fomentar la adquisición de capacidades básicas, incluyendo el manejo de otros idiomas, para incorporarse a un mercado laboral competitivo a nivel global”, sin embargo, en ningún momento se hace explícito cuáles programas o estrategias son necesarias para este fin.

El interés por llevar a cabo una política nacional en favor del aprendizaje del idioma inglés es reciente. Si consideramos los Planes Nacionales de Desarrollo, es posible observar que, al menos desde la presidencia de Miguel de la Madrid, no se habían mencionado nunca las palabras “inglés”, “lengua” o “idioma”.

El plan del gobierno de Vicente Fox es el primero en hacer una alusión en este sentido. Sin embargo, ésta se limita a mencionar que “se fortalecerá la educación bilingüe” sin especificar algo adicional. Los planes subsecuentes, correspondientes a la presidencia de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, refieren, respectivamente, que “la educación, para ser completa, debe abordar, junto con las habilidades para aprender, aplicar y desarrollar conocimientos, el aprecio por los valores éticos, el civismo, la historia, el arte y la cultura, los idiomas y la práctica del deporte” y que para democratizar la productividad se debe “fomentar la adquisición de capacidades básicas, incluyendo el manejo de otros idiomas, para incorporarse a un mercado laboral competitivo a nivel global.” Es decir, que la población tuviera conocimientos de inglés no se ha considerado una prioridad nacional y, por consiguiente, no se han impulsado estrategias suficientes para cumplir con este objetivo.

Capacidad limitada de la implementación local

Los programas como PNIEB son estructurados y diseñados por autoridades federales con una visión nacional. Sin embargo, los obstáculos a su correcta implementación se dan en el ámbito local –particularmente a nivel estatal.

Existe un área de oportunidad importante por parte de las autoridades locales. El hecho de que el PNIEB haya perdido ciertas características de diseño centralizado permite a los estados tener flexibilidad al momento de impulsar políticas locales con recursos de un programa federal. Esta puede ser una oportunidad para retomar los programas de inglés estatales que tuvieron presencia local antes de PNIEB. Pero sobre todo comenzar a generar incentivos para que los gobiernos estatales incorporen en sus políticas locales estrategias, metas e implementación de una agenda de inglés.

El programa de Fortalecimiento de la Calidad en Educación Básica (PFCEB) tiene reglas de operación que ponen en entredicho el diseño parcialmente centralizado de la política nacional que enmarcaba al PNIEB. Existen lineamientos de operación que pueden dificultar la operatividad del programa de inglés en los estados. Los siguientes puntos abonan a la debilidad institucional de los programas estatales de inglés:

1.- El rol de la autoridad central en el diseño, seguimiento e implementación del programa de inglés se ve reducido. La Secretaría de Educación Pública, en particular la Subsecretaría de Educación Básica, en el marco del PFCEB, ofrece a las Autoridades Educativas Locales (AEL) normas, asesoría, acompañamiento y recursos que sirven para lograr los objetivos y evaluación del programa –objetivos que son delineados localmente. La tarea de reclutar, capacitar y administrar recursos humanos es también responsabilidad de actores locales.

2.- Existe una falta de rectoría nacional sobre el plan estratégico de los programas de inglés contenidos en el PFCEB. Las autoridades locales son las responsables de elaborar una propuesta de implementación de las acciones a realizar con los fondos del PFCEB. Por supuesto que es importante que exista cierto grado de libertad de acción y planeación a nivel local. Algunos programas estatales de inglés antes del PNIEB muestran que pueden ser muy exitosos. Sin embargo, una de las características importantes del PNIEB era su diseño estructurado, al cual las entidades que decidieran sumarse al programa tenían que adherirse. El diseño puede ser nacional y la implementación local.

3.- El presupuesto de operación central del programa es muy limitado en comparación al presupuesto que se entrega a los estados. Únicamente 6.5 % de los recursos de operación se destinan a la operación central. Esto es un obstáculo para dar seguimiento a las políticas estatales y disminuye las capacidades de fortalecer la política estatal con los beneficios de una estructura orgánica nacional.

4.- No se tiene un esquema de evaluación obligatoria de los programas estatales. Es necesario incluir facultades y obligaciones de evaluación central. Por otra parte, dichas evaluaciones deberían estar alineadas a una serie de objetivos básicos y no evaluaciones diseñadas puntualmente para cada programa estatal como está planteado ahora.” (Continuará).

*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS)