Inglés es Posible (IX) Propuesta de una Agenda Nacional

Dinámica Educativa

Los planes de estudio actuales no necesariamente ofrecen espacios para mejorar el nivel de inglés en los estudiantes. Poco más del 50 % de las universidades no incluyen al inglés como materia obligatoria, y en 60 % no se exige un segundo idioma para terminar la carrera aunque 85 % indica que si es necesario para titularse. Para obtener un título de licenciatura, 70 % de las universidades exigen al menos un nivel B1 o B2 (para Técnico Superior Universitario usualmente se pide A2).

 

(Tomado del documento homónimo publicado por la organización Inglés para la competitividad y la movilidad social)

 

                “El inglés en las instituciones de educación superior

Las instituciones de educación superior tienen un papel importante en la articulación de una política educativa para la enseñanza del inglés. Si bien el nivel de dominio del inglés suele incrementar con el nivel educativo de la persona, las universidades no han logrado preparar mejor a sus egresados en este tipo de competencias. De las personas que cuentan con estudios profesionales, sólo 36.7 % dice hablar inglés (Consulta Mitofsky, 2013).

Los planes de estudio actuales no necesariamente ofrecen espacios para mejorar el nivel de inglés en los estudiantes. Poco más del 50 % de las universidades no incluyen al inglés como materia obligatoria, y en 60 % no se exige un segundo idioma para terminar la carrera aunque 85 % indica que si es necesario para titularse. Para obtener un título de licenciatura, 70 % de las universidades exigen al menos un nivel B1 o B2 (para Técnico Superior Universitario usualmente se pide A2).

Para asegurar que los egresados de la educación superior cuenten con las habilidades necesarias para el mundo laboral es necesario establecer estándares internos para el proceso de egreso. Exigir una calificación mínima en pruebas estandarizadas con reconocimiento internacional para recibir el grado es una buena práctica que incentivaría una calidad educativa superior. Lo anterior es ineludible para impulsar la investigación y publicación científica conectada con el resto del mundo, fomentar la movilidad académica y desarrollar estudiantes con capacidad de emprender un posgrado en el extranjero. Para ello es necesario contar con profesores capaces de impartir cursos completos en inglés, tener un proceso de evaluación al entrar a la carrera y un mecanismo de seguimiento y regularización en el idioma.

En algunos casos las universidades públicas y privadas, así como escuelas de inglés privadas suelen canalizar a sus estudiantes a tomar pruebas internacionales de inglés. Durante los últimos 10 años el número de personas que presentaron el examen TOEFL ITP –usado comúnmente para obtener un título de licenciatura– ha crecido aceleradamente. En 2013 se presentaron cerca de 140,000 exámenes.

El promedio nacional de calificación se ha mantenido en cerca de 500 puntos en este examen desde 2005. Esta calificación es equivalente a un nivel B1 dentro del Marco Común Europeo de Referencia.

En 2013, la calificación promedio en este examen para las personas que nativamente hablan español en el mundo fue de 503 puntos. Lo que hace falta ahora es lograr que la mayoría de los egresados de la educación superior tenga algún tipo de certificación en el idioma.

El papel del sector empresarial

La capacitación laboral en idiomas

Quizá el ámbito en el que más claramente se puede percibir la importancia del dominio del inglés sea en el mundo laboral. El éxito de las empresas y de la economía del país está directamente ligado con la habilidad de la fuerza laboral de poderse comunicar en inglés, de ahí que lo que hagan las organizaciones empresariales y las dependencias gubernamentales resulta trascendental en el éxito que México pueda tener en esta tarea. Como quedará establecido en las líneas que siguen, definitivamente existen áreas de oportunidad importantes para que las dependencias del gobierno relevantes y las empresas implementen esfuerzos más decisivos y mejor orquestados en el tema de capacitación laboral.

Los datos del Módulo de Educación, Capacitación y Empleo (MECE) desarrollado por el INEGI anexo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del tercer trimestre de 2009 muestran que, aunque 34.6 % de la Población Económicamente Activa (PEA) había tomado algún tipo de curso de capacitación para el trabajo, únicamente 0.5 % reportó que la capacitación estaba relacionada con el aprendizaje de un idioma. De aquellas personas que tomaron cursos de idiomas, 87 % dice haber tomado clases de inglés. Lo anterior quiere decir que 1.2 % de las personas económicamente activas que recibieron capacitación laboral, tomaron cursos de inglés.

En el caso de los trabajadores que tomaron cursos de inglés, 45 % dice que ellos decidieron tomar el curso, 37 % que la decisión fue de su jefe o del área de recursos humanos y 10 % por acuerdo entre la empresa y el (los) trabajador(es). Cerca del 30 % de los cursos fueron impartidos por centros educativos de capacitación para el trabajo, 18 % por universidades privadas, 8 % por universidades públicas y 17 % por el área interna de capacitación de la empresa.

Al finalizar el curso, 88 % de los trabajadores que tomaron cursos en inglés fue evaluado, pero únicamente 45 % recibió un certificado o diploma. Eso muestra que no siempre las capacitaciones laborales otorgan un documento que certifique las competencias adquiridas por el trabajador. En general, las empresas son quienes financian los cursos de capacitación, 48 % de los cursos fueron pagados por éstas, mientras que el trabajador pagó en 36 % de las ocasiones y se utilizaron recursos de un programa de gobierno 10 % de las veces.

Debido a que el inglés es sumamente importante para las empresas, es necesario que éstas también inviertan en mejorar las capacidades de los empleados actuales. Los incentivos de las empresas para capacitar en inglés no siempre están alineados con los de los trabajadores.

Sin embargo, la capacitación en idiomas para el trabajo es fundamental para incrementar la competitividad de las empresas. En este sentido, las alianzas público-privadas son esenciales para lograr diseñar mejores esquemas de capacitación en el trabajo.” (Continuará).

*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS) 

 

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