Infección estomacal: síntomas y tratamiento

Conviene evitar el consumo de lácteos, azúcares y embutidos, ya que aumentan las toxinas y favorecen la infección. Opta por una dieta sana y nutritiva rica en frutas y verduras

La infección estomacal o gastrointestinal, puede hacer acto de presencia en nosotros cuando menos lo esperamos. Suelen aparecer en épocas de calor o humedad, en esos momentos en que las bacterias, virus o parásitos pueden entrar en nuestro interior. Te explicamos cuáles son sus síntomas y cómo puedes tratarlas y prevenirlas para evitar sus consecuencias.

¿Qué causa la infección estomacal?

Las provocan principalmente virus, bacterias o parásitos intestinales que entran en nosotros a través de los alimentos, agua contaminada y, en ocasiones, también por el contacto humano.
Este tipo de infecciones son muy variables y dependen del tipo de microorganismos, y también de cómo nos encontremos nosotros en ese momento. Si estamos sanos y tenemos las defensas en buen estado podremos afrontarlas mejor.
Las bacterias casi siempre suelen ser Salmonella, Escherichia coli, Shigella, que atacan a nuestro intestino. Las Giardias, por su parte nos hacen perder peso, y las llamadas Amibas, presentes habitualmente en la boca y el estómago, pueden darnos síntomas similares.

¿Qué síntomas podemos sufrir?

Perdemos el apetito de inmediato.
Sentimos un quemazón y una pesadez en el estómago.
Ruidos en el estómago.
Dolor en el vientre.
Escalofríos.
Dolor de cabeza.
Cansancio físico muy acusado.
Fiebre.
Si la infección está provocada por Salmonella, Escherichia coli y Shigella  en nuestras heces aparecerá un poco de sangre, y tendremos diarreas.
Si la infección es provocada por Giardias, no tendremos diarrea, y el síntoma más evidente que sentiremos es la pérdida de peso.

Tratamiento natural de la infección estomacal

Lo más importante sin duda es que, ante el más mínimo síntoma, acudas a tu médico para que te ponga en tratamiento. Las infecciones estomacales pueden ser muy graves, en especial las debidas a la salmonelosis o a la Escherichia coli. Su incidencia también dependerá de tu estado de salud, de tus defensas. De ahí que deba tenerse especial cuidado con niños y ancianos.

Evita consumir lácteos, harinas, azúcares, fritos, embutidos… todos estos alimentos nutren a las bacterias y aumentan las toxinas en tu organismo, favoreciendo la infección.
Siempre es recomendable empezar el día con un diente de ajo crudo y un vaso de agua, es un buen antibiótico y limpiador de nuestro organismo.

Desayuna fruta: una papaya o una manzana sin cáscara son ideales para nutrirte y no dañar a tu estómago.
Intenta seguir una dieta blanda a base de caldos y sopas. Evita la carne roja.
Si tienes diarrea, prepara un jugo de manzana con el jugo de dos limones y una pizca de sal. Es un suero perfecto. Te ayudará a mantenerte y a no deshidratarte. Prepara un litro y bébelo durante el día.
Mantén reposo durante al menos 3 días, nuestro cuerpo necesita energía para combatir la infección.
Puedes preparar infusiones de manzanilla, hierbabuena, limón, equinácea y diente de león para combatir la infección. Son perfectas y puedes tomarlas hasta 3 veces en un día.

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