Tula.- Un mes transcurrió ya desde que el desbordamiento del río Tula provocara una de las más grandes tragedias en la historia de Tula de Allende.
Durante las inundaciones, la Presidencia Municipal, que encabeza Manuel Hernández Badillo, buscó preservar lo más valioso: la vida humana y proceder al rescate de cientos de personas que quedaron atrapadas en las azoteas de sus casas.
Para la población damnificada o en riesgo hubo alojamiento, alimentos y ropa, luego que la Alcaldía y el Sistema DIF del estado, a cargo de Karina Mejía Guerrero dispusieron albergues en diversos puntos.
Algo que Hernández Badillo ha reconocido es la solidaridad de la sociedad civil, así como el apoyo que desde un principio brindaron los gobiernos estatal, federal y de diversos municipios.
A lo largo de este mes no han dejado de brindar apoyos como agua potable, alimentos fríos y calientes, despensas, servicios públicos, de limpieza, sanitización, para sacar escombros, ropa, servicio médico, cobijas, maquinaria y albergue.
Miles de personas, civiles, trabajadores municipales, estatales, del Ejército, Marina, Guardia Nacional, policía municipal, Protección Civil y de los servicios de emergencia han trabajado incesantemente en favor de las familias afectadas.
Hasta el 30 de septiembre pasado, el Servicio Municipal de Limpia retiró de las calles y recolectó 6 mil 704 toneladas de basura.
Para atender la situación, en el Cabildo se aprobó un presupuesto adicional de dos millones doscientos mil pesos para hacer frente a los retos planteados. Como parte de esa tarea el alcalde ha acudido al Senado, al recinto legislativo de San Lázaro y al Congreso del Estado de Hidalgo, y a otras oficinas gubernamentales donde ha solicitado atención para Tula de Allende.
