In a Heartbeat

Tecnocultura
Artistas, creativos y expertos en las nuevas tecnologías buscan enseñar a los más jóvenes que al final del día lo que verdaderamente interesa es el amor y todo lo que éste conlleva

La lucha por la igualdad, la tolerancia y el respeto hacia las comunidades LGBTTTI comenzó en 1970 en Nueva York y Los Ángeles; un año después, en nuestro país, según se relata en el libro “Un amor que se atrevió a decir su nombre”, de Norma Mogrovejo, después de que el empleado de una reconocida tienda departamental fuera despedido por mostrar una “conducta homosexual”, provocó una fuerte reacción en el círculo intelectual de aquella época conformado, entre otros, por personajes como el escritor Carlos Monsiváis y la actriz y escritora Nancy Cárdenas. Han pasado casi 50 años desde entonces, es decir, medio siglo de una lucha constante más que por aceptar las preferencias sexuales de las personas, por la igualdad, el respeto y la tolerancia. Parecería que los años y los hechos no avanzan a la par.
Artistas, creativos y expertos en las nuevas tecnologías buscan aportar a estas causas desde la cultura, enseñando a los más jóvenes que al final del día lo que verdaderamente interesa es el amor y todo lo que éste conlleva. Ejemplo de esto es el interesante cortometraje de animación “In a Heartbeat”, que muestra el amor entre dos niños del mismo sexo.
Producido por el mexicano Esteban Bravo y la estadounidense Beth David, quienes comenzaron el proyecto como la tesis para concluir sus estudios en el Ringling College, el cortometraje alcanzó 2.5 millones de visitas en YouTube el día de su lanzamiento. El corto de apenas cuatro minutos busca romper los tabúes y paradigmas que giran en torno al amor entre personas del mismo sexo, haciendo uso de una llamativa retórica, el corazón del protagonista, Sherwin, se escapa de su pecho, corre y logra superar toda clase de obstáculos para finalmente captar la atención de Jonathan, otro pequeño que al final se da cuenta de lo maravilloso que puede ser poseer el corazón de alguien más.
La idea inicial para “In a Heartbeat” era realizar una historia de amor entre un niño y una niña, pero tras algunas consideraciones, y haciendo catarsis de su propia homosexualidad, los creadores decidieron arriesgarse y hablar del amor en general y de cómo éste no hace distinciones, pero de una manera muy diáfana y sin diálogos, sólo con música de fondo y personajes que los niños podrían encajar, por su estética, en los universos de otras películas de famosos estudios de animación.
El cortometraje, que se publicó el 31 de julio, ha logrado dar la vuelta al mundo, ha sido además aceptado en 20 festivales de cine y ha recaudado más del doble de la cantidad de dólares solicitados gracias a las donaciones que interesados y diversas organizaciones han hecho a través de Internet (ya que este fue un proyecto presentado en un sitio de financiación colectiva).
Las leyes y propuestas que vienen desde el Estado y que criminalizan la homofobia y procuran extender y hacer válidos los mismos derechos a todos son quizá la parte más pequeña en la búsqueda de soluciones; “In a Heartbeat”, con toda su sencillez, pretende un impacto más allá de la corrección y lo políticamente correcto, busca hacer mella de manera eficaz con algo más poderoso: la educación.
Twitter: @Lacevos

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