CINE DE MAÑANA
El joven universitario Bruno se encuentra en un momento muy complicado de su vida. Debido a la muerte de su hermano mayor, su familia ha quedado devastada.
Su madre Martha (Carmen Boato) se la pasa llorando y tomando antidepresivos, apoyada por su anciano esposo, un antiguo profesor.
Bernardo está tan deprimido, que decide darse de baja de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde estudiaba su hermano Esteban.
La cosa se complica más con el regreso de Elisa su antigua novia bailarina de Estados Unidos.
Se trata de Tiempo sin pulso, ópera prima de Bárbara Ochoa a cuya premier nos invitaron las buenas amigas de RH.
Pocas cintas han logrado retratar el ambiente juvenil de una forma tan veraz como esta cinta.
Ochoa, egresada del antiguo Centro Universitario de Estudios Cinematográficos con amplia experiencia como ayudante de script, deambula por parajes universitarios desde las facultades a los espacios arquitectónicos, como solamente lo había hecho Julián Hernández en El cielo dividido.
Bruno viaja en el Metro o en las peseras, se reúne en la Cineteca o se pone a dibujar en la reserva ecológica.
Con gran pudor y sencillez, Ochoa nos retrata el periodo de duelo de una familia y su necesidad de salir adelante.
Tiempo sin pulso resulta pues una grata sorpresa que hay que apurarse a ver, pues está en pocas salas.