Plan feminista para la recuperación y transformación económica
Ante los efectos de la pandemia de Covid-19, ONU Mujeres ha diseñado un plan feminista para la sostenibilidad y la justicia social, luego de establecerse la visión para poner la igualdad de género, la sostenibilidad ambiental y la justicia social en el centro de los esfuerzos de desarrollo global, por parte de más de cien expertos globales.
La pandemia, ha exacerbado las desigualdades de género preexistentes y ha dejado al descubierto las debilidades en la ya frágil economía global del cuidado con la pérdida del empleo de las mujeres, e incremento de tres veces más en comparación de los hombres el trabajo del cuidado no remunerado en este último año, sin dejar de soslayar degradación ambiental.
Así, la crisis interconectada de empleo, cuidado y clima, socavan sistemáticamente la igualdad de género y amenazan la supervivencia de las personas y el planeta exigiendo la oportunidad generacional de romper el círculo vicioso de la inseguridad económica, la destrucción del medio ambiente y las políticas de exclusión, para obtener mayor igualdad de género y sostenibilidad como lo dice Pramilia Patten.
El plan feminista, traza un mapa de las políticas ambiciosas y transformadoras sobre medios de vida, cuidados y medio ambiente que se necesitan para construir un futuro más equitativo y sostenible, a través de políticas específicas del contexto, estrategias políticas adaptadas y financiamiento. Identifica las palancas clave y actores a nivel mundial, nacional y local que pueden generar los cambios.
Por esta razón, ONU Mujeres pide se tomen medidas en el mejoramiento de políticas, acciones e inversiones, como la inversión de la economía del cuidado y la infraestructura social para expandir los servicios de cuidado de calidad creando empleos, y poder así aumentar el apoyo a las mujeres cuidadoras no remuneradas, que proyectarían la creación de un 40 a un 60 por ciento de más puestos de trabajo.
Otra medida solicitada, es aprovechar el potencial de la transición hacia la sostenibilidad ambiental que podría crear nuevos empleos verdes con las energías renovables, las mujeres deben acceder a nuevas oportunidades laborales mediante la capacitación para el desarrollo de habilidades necesarias.
De igual forma, la promoción del liderazgo de las mujeres en espacios institucionales de los equipos de trabajo de la Covid-19 para aumentar el veinticuatro por ciento actual de cargos ocupados por mujeres. Por último, la medida de financiación de las organizaciones de las mujeres, debido a que, en el 2018-2019 las organizaciones de las mujeres solamente recibieron el uno por ciento del CAD-OCDE asignado a la igualdad de género.
Para financiar estas medidas, se requieren urgentemente políticas macroeconómicas transformadoras, incluidos los impuestos progresivos, la cooperación mundial, el alivio de la deuda, y el logro del cambio en las relaciones de poder para amplificar las voces de los grupos excluidos y la transversalización de género efectiva.
Por ello, los gobiernos en sus distintos órdenes, las organizaciones de la sociedad civil, y los sectores públicos y privados desde el rol que les corresponda desempeñar, deben considerar estas medidas para la recuperación y transformación económica que impacte en la igualdad de género y sostenibilidad.