Paquete de año nuevo
Con gran amargura y pesar el acuerdo para la estabilidad económica presentado por el Presidente Peña Nieto, ha sido recibido por la sociedad con un escepticismo social sin precedentes.
Este acuerdo-paquete de medidas, no satisfizo a los empresarios que desde la COPARMEX, rechazaron el acuerdo y propusieron una serie de medidas alternas y ajustes al gasto del gobierno.
Pero, ¿por qué la sociedad ha rechazado tanto el alza a las gasolinas como el mismo acuerdo económico?
El balance del sexenio es desfavorable en la concreción de la tarea pública, si entendemos a la tarea pública como generadora de estabilidad y oportunidades sociales, que en los hechos debe serlo. De igual manera la erosión del discurso gubernamental en el contraste con la realidad social no crea ni confianza ni credibilidad, cuestión que se suma al exceso de lo bonos que se asignan diputados y la serie de prebendas de los servidores públicos.
Por si fuera poco, la inseguridad es uno de los temas más álgidos, porque en un país donde ganas poco dinero, la corrupción te fastidia, la calidad de servicios y de la educación es deficiente, la policía te apalea y los delincuentes te chingan; es evidente que la suma es en contra del establishment.
Es evidente que cualquier explicación que venga del gobierno sobre el alza de precios no sólo de la gasolina, sino de cualquier producto o servicio, será imputado al inadecuado ejercicio de gobierno y, le causará indignación y malestar a la ciudadanía.
La sumatoria de esta administración es negativa, eso se traduce en la serie de manifestaciones que hoy vivimos, por lo que nadie puede asombrarse, cuestión que debería alertar al gobierno para buscar alternativas viables que no lastimen el bolsillo ni la paz social.