Argentina en la encrucijada de su historia
Nadie ha sufrido en carne propia las atrocidades de las dictaduras militares como la población del Cono sur.
Los años 70’s que sin dudan marcan la marga noche y desgracia en que cayeron millones de ciudadanos en Argentina, es hoy motivo para remembrar la lucha histórica de las abuelas y madres de la Plaza de Mayo, que frontalmente denunciaron las atrocidades cometidas por el régimen militar y, que a la postre constituyó un inequívoco signo de dignidad humana.
En esos años aciagos en la Argentina las desapariciones y asesinatos cometidos en contra de la sociedad civil se sucedían sin precedentes. Cualquier ciudadano podía caer en desgracia por oponerse o parecer que se oponía a la dictadura militar, lo que ocasionó un control feroz por casi cualquier manifestación de orden ciudadano y, generó una época de terror y muerte indescriptible.
Con el advenimiento de los regímenes civiles como el de Raúl Alfonsín, el pueblo argentino intentó perseguir los delitos cometidos por los militares, e inclusos llevarlos a juicio, cuestión que resultó limitada y cabrones como el expresidente Menen, se opusieron, al grado que Carlos Menen generó una ley de perdón a los militares, cuestión atroz y miserable.
La lucha tomó un matiz dramático cuando las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo, unidas como una respuesta de la sociedad civil empezaron a impugnar y denunciar la desaparición, la muerte, la tortura, la persecución y el exilio en que habían caído hombres, mujeres y niños. Esta lucha trascendió a nivel internacional y rindió frutos, tanto para enjuiciar a militares como para recuperar a personas desaparecidos o por lo menos conocer cuando y como había sido desaparecidas y asesinadas.
Hoy se cumplen 39 años de la lucha de las abuelas de la Plaza de Mayo, que ha podido recuperar 121 nietos y se encuentra en la búsqueda de 350 más.
Sin duda Argentina tiene otro horizonte, per recordar aquellos años resulta inenarrable y aun es una herida abierta.