El párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe, Tomás Roque Cruz, exhortó a los feligreses durante la homilía dominical, en el cual deben “servir a Dios”, y al mismo tiempo servir al prójimo sin esperar mayor reconocimiento apabullante por parte de los demás, sino el confortamiento espiritual.
Refirió que las personas, debido a sus habilidades, se dedican a resolver sus problemas, y que por un lado es correcto, ya que se otorga algo de sí mismo para beneficiar a los demás, pero lo que no se debe buscar a cambio son los aplausos y el reconocimiento popular, y en cambio tener una comunión íntima con el catolicismo.
Declaró que como parte de los favores recibidos hacia las personas, lo importante es saber responder a esos favores e intercesiones por medio del servicio hacia las personas más desfavorecidas y sin tener mayor interés egoísta y personal, sino el engrandecimiento del espíritu de servicio.
Afirmó que, por su naturaleza, el humano es propenso a recibir reconocimiento por parte de los demás para complacerse a sí mismo con esta actitud, sin embargo, el párroco lo calificó de “soberbio”, e instó a que se haga el bien sin recibir dádivas.
