- Residente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, defendieron hoy el espíritu reconciliador del proyecto europeo durante los actos del centenario de la batalla de Verdún, la más larga de la Primera Guerra Mundial y tumba de 300.000 soldados de ambos países
Los dos mandatarios ofrecieron una solemne imagen de unidad en un homenaje de varias horas en un emblemático lugar cuando alrededor de la Unión Europea planean diversas incertidumbres, como el referéndum británico sobre la continuidad del Reino Unido en la UE, la crisis de los refugiados y las dificultades económicas de la eurozona.
“No nos separan más trincheras (…) Razonar únicamente en términos nacionales, nacionalistas, nos hace retroceder”, señaló la canciller desde ese simbólico lugar del noreste de Francia que hace cien años vivió diez meses de una continúa lluvia de obuses.
Como ya hicieron con el histórico y conmemorativo apretón de manos en 1984 y en el mismo sitio el entonces presidente francés, François Mitterrand, y el canciller alemán de la época, Helmut Kohl, Hollande y Merkel convirtieron Verdun hoy en un “símbolo de la reconciliación franco-alemana”, tras dos guerras mundiales en el siglo XX.
“Nuestro deber sagrado está escrito en el suelo arrasado de Verdún. Amemos nuestra patria, pero protejamos nuestra casa común” ante “las fuerzas de la división, del cierre y del repliegue”, proclamó el presidente francés.
Verdún, agregó Hollande, es “una ciudad que representa a la vez lo peor, cuando Europa se perdió hace cien años, y también lo mejor, cuando la ciudad es capaz de esforzarse, de unirse por la paz y la amistad franco-alemana. Viva la amistad, viva el espíritu de Verdún”, dijo.
El jefe del Estado francés también apeló al espíritu de la solidaridad europea en la crisis de los miles de refugiados que intentan llegar al continente desde países como Siria, Eritrea o Irak.
“Francia y Alemania tienen la obligación de ayudar a las poblaciones que huyen de masacres”, destacó Hollande en una intervención al lado de la canciller que se produjo dos días después de la también histórica visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Hiroshima, ciudad japonesa donde estalló la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde el Palacio del Elíseo informaron a la prensa de que en el almuerzo privado entre ambos, Hollande y Merkel abordaron asuntos como la lucha contra la organización terrorista del Estado Islámico (EI) y la actualidad europea.
Exactamente cincuenta años después de la visita a Verdún del presidente francés Charles de Gaulle, prisionero alemán durante la Primera Guerra Mundial y símbolo de la resistencia francesa a los nazis en la Segunda, los actuales líderes de Francia y Alemania iniciaron la jornada en el vecino cementerio de Consenvoye.