Economía argumenta que en 2012 y 2013 tuvo que hacer una brutal subida fiscal porque el déficit había llegado al 5% y la deuda superaba el 90%. Las bajas empezaron en 2015, con la supresión de algunos tramos de la renta gracias a lo cual varios millones de hogares quedaron liberados de tener que pagar impuestos sobre sus ingresos.

Como es habitual cuando se acercan elecciones, el Gobierno francés anuncia una baja de impuestos para el año que viene. A solo ocho meses de las presidenciales, el Ejecutivo que más ha subido los impuestos durante su mandato, ha decidido tener un gesto con los contribuyentes.

Los ingresos inmediatamente superiores al salario mínimo pagarán un 20% menos de impuestos de media. A la vez, el impuesto de sociedades, hoy en el 33,33%, bajará progresivamente al 28%.

“El Gobierno ha decidido devolver a franceses parte de los esfuerzos que les había exigido”, ha recordado el ministro de Economía, Michel Sapin. Pero solo será una pequeña parte la devuelta. Entre 2012, cuando François Hollande al Elíseo, y 2014, el Ejecutivo subió los impuestos hasta recaudar 35.000 millones más procedentes de los hogares.

Hasta ahora, les ha devuelto 5.000 millones y, con la baja anunciada ayer, serán otros mil millones los que se queden en los bolsillos de los asalariados. Los beneficiados esta vez serán “las clases medias”, afirmó Sapin.

En realidad se trata de las clases medias bajas porque los beneficiados serán los que ganen alrededor de 1.700 euros mensuales en un país en el que el sueldo mínimo es de 1.466. Una pareja en la que cada uno gane 1.700 euros se ahorrará 465 euros de impuestos al año: pagará 1.859 euros en lugar de los 2.324 pagados este año.