Voces guturales

Son cinco sujetos los que están sobre el escenario, a su alrededor apenas unas cincuenta personas disfrutan de su concierto, algunos de pie brincando, otros sentados fumando. El lugar parece un anfiteatro con las paredes y el suelo blanco, destacan los asientos rojos de terciopelo y un telón pesado color negro.

En los primeros lugares frente al escenario una pareja se desploma después de haberse echado su toque, sonríen y disfrutas de las letras del grupo cuyas voces guturales prende a sus receptores.

-Mira aquellos que están en el balcón- grita la mujer para ser escuchada por su novio quien apenas alza la vista para ver cómo varios jóvenes descontrolados y seguramente bien moneados dan enormes saltos y agitan la cabeza al ritmo de la música.

¡Ahí va tu perdón, nooo te devuelvo tu traición! ¡Maldiciooón! Canta el vocalista arrodillado frente a la euforia que ha provocado en el público y puede ver desde esa distancia cómo se han descontrolado provocándose golpes e insultos entre ellos mismos.

Abajo la pareja sigue quieta, sonriente y entonando las letras que apenas logra entender. Cuatro asientos a su derecha tres tipos han llegado a sentarse, miran fijamente a la banda y luego dirigen su atención a los enamorados quien para ese momento han encendido el siguiente gallo.

El más alto de ellos cruza la mano sobre su pecho en señal de pedirle que lo comparta, y justo cuando estira la mano para ofrecerlo la mujer le jala la playera y obliga a mirar al balcón.- ¡Se están cayendo! grita ella horrorizada.

Un joven  salta desde lo alto y cae sobre los asientos perdiendo la vida al instante, la sangre que brota de su cabeza se confunde en la oscuridad de la sala. En la euforia otro hace lo mismo pero al caer se levanta y grita victorioso de haberla librado, lo anterior provoca que varios más repitan la acción.

Así van todos hacia abajo, la banda sigue entonando mientras unos mueren y otros se salvan.