Historias conocidas

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PEDAZOS DE VIDA

I

Ya le fui a comprar plátanos, guayabas, papaya y un melón, compré mangos, limones, jitomate, cebolla, ajos, canela y otras cosas para surtir la despensita de mi jefa. Ya le dije que ahorita vamos a ir a comprar salchichas, queso, huevo, jamón y carne.

No tenía nada en la casa, y ya ves que se preocupa pero no dice nada. Ahorita voy a ver que más le puedo dejar, yo vengo hasta dentro de dos meses, y de sus hijos ni hablar,   pero qué le hacemos, tampoco tengo tanto dinero para dejarle mucho y ya ves cómo es, no quiere irse conmigo a la capital, su casita es suya y de ahí no se va.

II

Este pendejo no está dando como tal. Mira, compramos pañales y él puso 80 y yo puse 80. O sea los pañales los compramos entre los dos, es lo único en lo que me ayudó y con eso ya siente que tiene asegurados a sus hijos. Solo viene a verlos pero no es para traerles lo que necesitan, ya no digo para darme dinero, nunca le he pedido dinero pero sí que les traiga lo que necesitan. Luego andan de chillones que no los deja ver uno  sus hijos, pero si quieren ver a sus hijos que sean padres primero. Al rato que no se haga la víctima con la demanda que le voy a poner.

III

Está loco el padrecito, primero que el pago de la misa, luego que la ofrenda, que un arreglo de flores para el santo, y hasta un arcón de fruta, además no hay oportunidad para tomar fotos en la iglesia y si queremos tomar fotos o que entre un fotógrafo especial, se cobra aparte.

Con todo eso hasta ganas dan de hacerse pocholongo comadre, ya no son sacerdotes de Dios, son mercaderes en el templo, pero qué le hacemos, por eso la misa la tuvimos que hacer hasta acá, y no invitamos al padre que seguramente mañana en la misa de domingo va a rajar de nosotros, pero si quiere ofrenda, dinero y tanto lujo que trabaje porque aquí se acabó su taruga. 

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