Hidalgo y la crisis de la educación de la que advierte el Banco Mundial

Millones de jóvenes en México sueñan con llegar a la universidad y tener una profesión; sin embargo, hoy no basta poder acceder a la enseñanza preuniversitaria y universitaria, sino a una educación de calidad que ofrezca perspectivas de empleo, mejores ingresos y una vida sana y libre, como lo señala el presidente del Banco; pues si continúa el la simulación entre estudiantes y profesores, particularmente en las universidades privadas de poco prestigio, donde los profesores simulan enseñar y los alumnos que aprenden al asistir a los cursos

El pasado martes 26 de septiembre, el Banco Mundial publicó su Informe sobre el desarrollo mundial 2018: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación, en el cual señala que “Millones de jóvenes estudiantes de países de ingreso bajo y mediano”, como México, “enfrentan la posibilidad de perder oportunidades y percibir sueldos más bajos en el futuro debido a que la escuela primaria y secundaria no les brindan las herramientas necesarias para prosperar en la vida.”, afirmando que existe “una crisis del aprendizaje en la educación a nivel mundial, la escolarización sin aprendizaje no es solo una oportunidad desaprovechada, sino también una gran injusticia para los niños y los jóvenes de todo el mundo.”, precisa el organismo multilateral.

El Banco aclara que “sin aprendizaje, la educación no podrá ser el factor determinante para poner fin a la pobreza extrema, generar oportunidades y promover la prosperidad compartida. Incluso después de asistir a la escuela durante varios años, millones de niños no saben leer, escribir ni hacer operaciones matemáticas básicas. La crisis del aprendizaje está ampliando las brechas sociales en lugar de cerrarlas. Los estudiantes jóvenes que ya se encuentran en una situación desventajosa debido a la pobreza, a conflictos, a cuestiones de género o a discapacidades llegan a la primera etapa de la adultez sin contar siquiera con las competencias más básicas para desenvolverse en la vida.”, advierte el Banco.

El Banco Mundial, banca multilateral en la que participa México, ha trabajado en esta investigación uniendo un equipo multidisciplinario, recurriendo a disciplinas como la economía y la neurociencia para analizar los problemas de la educación; numerosos especialistas hecho sus aportaciones al Informe del Banco, en el cual se identifican los problemas, pero también se ofrecen soluciones para que los países los corrijan.

En esta ocasión, el organismo multilateral trabajó con funcionarios de los gobiernos, investigadores y representantes de la sociedad civil en países como Bolivia, Brasil, Canadá, China, Costa de Marfil, Finlandia, Francia, Alemania, India, Indonesia, Japón, Kenia, Malasia, México, Senegal, Sudáfrica, Tanzania, Tailandia, Turquía, el Reino Unido y los Estados Unidos, entre otros países.

La versión en inglés del Informe es mucho más amplia que el comunicado de prensa y en él se ofrecen mucho más datos y precisiones. El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, subrayó en la presentación de este trabajo de investigación que “Esta crisis del aprendizaje es una crisis moral y económica. En el caso de los jóvenes, la educación, cuando funciona como es debido, fomenta el empleo, incrementa los ingresos, mejora la salud y reduce la pobreza. A nivel social, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social. Pero estos beneficios dependen del aprendizaje, y la escolarización sin aprendizaje es una oportunidad desaprovechada. Más aún, es una gran injusticia: los niños con los que la sociedad está más en deuda son aquellos que más necesitan de una buena educación para prosperar en la vida”.

Millones de jóvenes en México sueñan con llegar a la universidad y tener una profesión; sin embargo, hoy no basta poder acceder a la enseñanza preuniversitaria y universitaria, sino a una educación de calidad que ofrezca perspectivas de empleo, mejores ingresos y una vida sana y libre, como lo señala el presidente del Banco; pues si continúa el la simulación entre estudiantes y profesores, particularmente en las universidades privadas de poco prestigio, donde los profesores simulan enseñar y los alumnos que aprenden al asistir a los cursos, invitar al profesor a comer y llenarlo de regalos, o incluso ofrecerle dinero para que los apruebe como conocí una historia de una docente en el ITLA, sin aprender, el haber tenido acceso a la educación se convierte en una oportunidad perdida, hundiendo a miles de jóvenes en la mediocridad y la pobreza.

Esto es, la proyección social de la escuela en la sociedad, la cual va más allá de la escolarización y requiere formar a niños y jóvenes para el trabajo, enseñarlos a pensar y desarrollar sus ideas para envetar e innovar; la incompetencia de muchos maestros que no están calificados para realizar sus funciones ni tienen la vocación para enseñar, que han optado por el trabajo de maestro por ser la única o última opción en el mercado laboral o han llegado ahí por alguna recomendación; las influencias políticas en la educación, donde diversos grupos se han erigido dentro del sector como un grupo de poder, estableciendo sus propias reglas al margen de las políticas nacionales sobre la educación.

En ese sentido, el Informe del Banco va mucho más lejos, precisa que los “conocimiento que nos gustaría ver adquiridos en la escuela no se materializan”; pero además, muchos niños “llegan a la escuela sin estar preparados para aprender”, lo cual termina afectando el proceso de educación. No olvidemos que si muchos jóvenes llegan hoy a las universidades, sin saber hacer las operaciones matemáticas básicas no podrán técnicamente entender la estadística, la física, la microeconomía, la macroeconomía o la economía internacional, al menos que el profesor, que quizá tampoco entienda de ellas, lleve esos curso solamente a la teoría, con lo cual tendrá mucho más estudiantes aprobados y menos cuestionamientos en su trabajo.

El Banco Mundial precisa que esta crisis de aprendizaje está ampliando las brechas sociales en lugar de cerrarlas, pues los estudiantes jóvenes que ya se encuentran en una situación desventajosa debido a la pobreza, a conflictos, a cuestiones de género o a discapacidades, llegan a la primera etapa de la adultez sin contar siquiera con las competencias más básicas para desenvolverse en la vida profesional.

En México esto ha motivado a que los egresados de el Instituto Tecnológico de México (ITAM), de la Universidad de las Américas de Puebla o del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), tengan mayores oportunidades de trabajo que aquellos egresados de otras universidades, creando en el mercado laboral profesionales de primera y de segunda clase.

Sin embargo, no es extraño que de las regiones rurales, por ejemplo, cuando se les da a los estudiantes los conocimientos necesarios y la posibilidad de aprender surjan profesionales exitosos. En los primeros años de existencia de la Universidad Tecnológica de la Sierra Hidalguense, así como de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji, en Hidalgo, a través de la impartición de los cursos de francés y los convenios de colaboración con Francia, muchos estudiantes han visto transformada su vida, al poder viajar a Francia para terminar sus estudios y regresas a trabajar a empresas multinacionales importantes.

Estudiantes de la sierra hidalguense, de rancherías y comunidades humildes que no conocían Pachuca o la Ciudad de México, gracias al empeños de sus profesores y al aprendizaje del francés  como segunda lengua, lograron viajar a Francia, estudiar en sus universidades y dejar las condiciones de pobreza para iniciar una carrera profesional exitosa.

No obstante, ello implicó que en el nacimiento de las universidades tecnológicas, y luego las politécnicas, se contratara a docentes con una alta motivación y se les estimulara con salarios dignos que compensaran las condiciones de trabajo, que se les diera seguridad en el empleo y condiciones adecuadas para desarrollar sus funciones.

Al respecto, el Informe del Banco precisa que “La desnutrición, las enfermedades, la baja inversión de los padres en sus hijos y las duras condiciones de vida, son obstáculos que impiden un buen aprendizaje en los niños” y jóvenes; por lo que el Banco observa una falta de motivación de los maestros para enfrentar esos problemas en los educandos, más que una falta de habilidades de éstos en muchos casos.

El Informe precisa que si la educación sólo funciona como un dispositivo de selección, “las personas con los mismos años de escolaridad deben tener resultados similares, independientemente de las habilidades que han adquirido, lo que no es el caso.”; por ejemplo en México, los graduados de secundaria con calificaciones más altas tienen menos probabilidades de estar desempleados tres años después de salir de la escuela (entre aquellos que no fueron a la universidad) que sus pares con menor puntuación”, indica el banco.

Sin embargo, esos resultados dependen den esfuerzo conjunto de los profesores, de los estudiantes y de los padres, a fin de que los primeros enseñen a aprender conocimientos útiles para su vida profesional y los terceros les den las condiciones necesarias a sus hijos para estudiar y aprender. En los últimos años, en las universidades tecnológicas que tienen convenios para enviar a sus estudiantes a concluir sus estudios a Francia, no ha sido el que ellos no hayan aprendido el francés, sino que no han tenido los conocimientos técnicos necesarios para aprobar los exámenes.

El Informe del Banco es mucho más extenso y aborda varios ejemplos sobre la situación de la educación en México; precisando que los avances tecnológicos están poniendo un alto nivel en la educación y las habilidades, mientras que las nuevas habilidades facilitan la adopción de las tecnologías y promueven la innovación, con habilidades generales que permiten a los individuos adaptarse a los cambios; pues en el caso de México el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aumentó la productividad laboral en los Estados más ricos del norte del país. Además, afirma que si México mejora el aprendizaje de sus niños y jóvenes, podría agregar a su crecimiento anual un 2% adicional gracias a ello.

El Banco lamenta la inadecuada gestión y la deficiente en la administración de las escuelas y universidades, lo cual afecta el proceso de enseñanza aprendizaje en los estudiantes. Consideremos que en el Estado de Hidalgo, en cada sexenio los gobiernos no ponen al frente de las escuelas y universidades a los profesionales con mayor experiencia docente y formación académica, sino a recomendados y amigos de otros funcionarios, los cuales terminan destruyendo los avances logrados o prostituyendo el proceso de enseñanza, al margen de los objetivos nacionales.

Paul Romer, uno de los economistas más prestigiados sobre el tema de desarrollo, ahora economista principal del Banco Mundial, plantea que “La única forma de avanzar es buscar la verdad a partir de los hechos. Y, en este sentido, los hechos relacionados con la educación revelan una verdad dolorosa. Para demasiados niños, escolarización no significa aprendizaje”, precisa.

En el Informe el Banco Mundial hace tres recomendaciones de políticas públicas para superar los errores cometidos por los gobiernos. En primer lugar, “evaluar el aprendizaje para que su mejora sea un objetivo formal y medible.”; “En segundo lugar, adaptar las prácticas escolares a las necesidades de los estudiantes.”; y “En tercer lugar, movilizar a todos aquellos que tienen incidencia en el aprendizaje.”, proponiendo “utilizar la información y los indicadores para movilizar a la ciudadanía, aumentar la rendición de cuentas y generar la voluntad política para llevar a cabo una reforma educativa. Involucrar a las partes interesadas, incluida la comunidad empresarial, en todas etapas de la reforma, desde el diseño hasta la implementación.”, recomienda el Banco.

Esperemos que gobernantes y funcionarios del gobierno lean con atención este último informe del Banco Mundial y que, en base a sus recomendaciones, comiencen a corregir los errores cometidos y solucionar los problemas de aprendizaje; pues no basta la proliferaciones de escuelas y universidades en el Estado, sino no se cuenta con los profesores capaces de enseñar a aprender a los estudiantes y una correcta gobernanza de los centros de estudios, que ponga al frente de ellos a quienes hoy tienen la experiencia y la formación profesional adecuada para estar frente a ellos.

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