FORO ABIERTO
Dentro de la práctica política hegemónica se encuentra el de propinar “madruguete político”, es decir, adelantarse, tomar ventaja y delantera frente a sus contrincantes, posicionándose en la decisión, casi siempre desde arriba, del gobierno o del partido gobernante, o de los grupos de poder. Pero ahora en Hidalgo que, como resultado de la elección de 2018 vive un gobierno dividido, todavía se usa esa práctica que va en contra de leyes, procedimientos internos de los partidos y de la participación plural de la militancia, que siempre se enfrentan ante situaciones consumadas. En Hidalgo, esa práctica de la cultura política es tan nefasta que se está utilizando para dentro de cuatro años (¡¡¡), es decir los políticos madrugadores se quieren adelantar, con métodos de la vieja usanza, atropellando en tropel, a todo lo que se ponga enfrente, para la elección de gobernador que será en 2022. Y parece que el cambio político que se vive en México no hace aire en esta entidad, pues todos, o casi todos los partidos y los grupos de poder, tienen la mirada en lo que puede ser una elección definitoria en la disputa del poder local dentro de cuatro años, en la que se han acumulado agravios y confrontaciones entre gobierno y sociedad, pero principalmente entre los mismos grupos antagónicos, en donde sueñan con ajuste de cuentas y venganzas a sus adversarios. Pero antes de llegar a la madre de todas las batallas en 2024 habrá una aduana previa, una batalla parcial que se antoja de pronóstico reservado, con las elecciones municipales del 7 de junio de 2020. Es este tipo de comicios que en los últimos 30 años han sido donde el electorado hidalguense se identifica más con las autoridades, por la proximidad e importancia del gobierno directo, y finalmente por la posibilidad de influir en gobernantes cercanos a la gente. Sin embargo, estas elecciones municipales tendrán ingredientes novedosos y no se parecerán a las que hemos tenido con anterioridad, pero puede que sean más competitivas e inclusive que tengan una dosis de mayor beligerancia, ya que será un escenario que puede permitir generar resultados que vislumbren algún hándicap entre los contendientes que creen tener derechos “históricos” sobre la gubernatura. El nuevo escenario político hidalguense, generado por el “efecto AMLO” ha propiciado una recomposición de fuerzas, aún no determinante, ya que el gobierno local pertenece al PRI con Omar Fayad a la cabeza, partido que fue desbancado por la insurgencia electoral, y posicionó a una fuerza incipiente, MORENA en el control del Congreso Local, lo que ha generado un gobierno dividido, con poderes en conflicto, en que ninguna de las partes ha manifestado voluntad de cooperación. Se mantienen relaciones intergubernamentales difusas,resultado de no aceptar los roles y parcelas de poder de cada uno. Además tenemos una “balcanización” de partidos, es decir, la elección del 2018 apabulló el sistema de partidos y a cada uno de estas instituciones políticas, hasta casi dejarlos al borde de la lona o de la desaparición. La recomposición de fuerzas pega a todos los partidos, inclusive MORENA y junto a ello vamos a tener cuatro “nuevos” partidos locales, por lo que se pulverizarán las preferencias, y mucho más si la ciudadanía pretende postular “candidaturas independientes” que en Hidalgo no han pegado por la gran cantidad de requisitos burocráticos. Otros dos elementos serán influyentes, por primera vez aplicará la reelección de presidente municipal, por lo que se abre una elección de refrendo o desaprobación. Dada la elección local estará organizada por la autoridad electoral (IEEH) con pésimos antecedentes, sobre todo de 2016, a no ser que intervenga el INE para dar mayores garantías. En fin, como dice el contra dicho “No siempre madrugando, amanece más temprano”, falta ver la recomposición de fuerzas ciudadanas y no solo de los grupos de poder y falta ver el impacto de las políticas del nuevo gobierno.
Cita:
Pero antes de llegar a la madre de todas las batallas en 2024 habrá una aduana previa, una batalla parcial que se antoja de pronóstico reservado, con las elecciones municipales del 7 de junio de 2020.