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Hidalgo: desprecio a la sociedad civil

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FORO ABIERTO

Desafortunadamente la integración del Congreso Local ahora con mayoría de MORENA ha dado bandazos y desatinos, aunado a que el perfil de los diputados tienen nulo vínculo con las organizaciones de la sociedad civil, salvo una honrosa excepción, lo que puede devenir en una nueva ley simulada o que abra paso para apoyar solo a las clientelas de los grupos que hoy se encuentran en la legislatura, lo que sería un desastre.

La historia política del estado de Hidalgo ha sido de control y de hegemonía política indisputada hasta el 2018, que se tradujo en la concentración del poder no solo de un partido sino de familias, estructuras y prácticas que hicieron toda una cultura política clientelar y caciquil donde el pluralismo y los métodos democráticos estuvieron restringidos. La nueva Legislatura local ha convocado a un foro para discutir la iniciativa de ley de fomento y fortalecimiento de las actividades de las organizaciones de la sociedad civil en la entidad, el próximo 7 de febrero.
Desafortunadamente la integración del Congreso Local ahora con mayoría de MORENA ha dado bandazos y desatinos, aunado a que el perfil de los diputados tienen nulo vínculo con las organizaciones de la sociedad civil, salvo una honrosa excepción, lo que puede devenir en una nueva ley simulada o que abra paso para apoyar solo a las clientelas de los grupos que hoy se encuentran en la legislatura, lo que sería un desastre.
En la formulación de una ley para las organizaciones de la sociedad civil se debe conocer el triste panorama que se padece en Hidalgo, las dificultades que tienen las asociaciones para poder subsistir pero sobre todo se debe entender el papel de representación e intermediación que juegan en los procesos de democratización del territorio y la sociedad.
En el diagnóstico inicial no solo debe poner la exclusión y discriminación de las instancias del poder a las organizaciones ciudadanas, que se les fue viendo como “enemigas” y de “oposición” descalificando todo tipo de propuesta proveniente de este sector. En Hidalgo se puede afirmar que el proceso de ciudanización fue fallido; los organismos que se crearon para dar un perfil competitivo y de contrapeso ciudadano al poder fueron colonizados por los gobernantes.
     Los organismos públicos de elecciones (IEEH), de transparencia (IAIPEH), de derechos humanos (CEDH), jamás en Hidalgo han sido instancias de diálogo y de intervención ciudadana, y más recientemente el sistema estatal anticorrupción, fueron una simulación, donde convergieron poder ejecutivo y legislativo, mucho menos han sido espacios de rendición de cuentas. Al contrario la ciudadanía tiene una desconfianza hacía estas instituciones.  
Además, cuando empezó la “transición política” en los 80’s, las prácticas políticas de carácter clientelar y corporativa tuvieron una orientación desde el poder de un claro desprecio a la sociedad civil y hacia la apertura democrática: se creó un verdadero Frankenstein, el autodenominado Consejo Consultivo Ciudadano, integrado con una perspectiva gubernamental y copado en su mayoría por funcionarios de medio y alto nivel, que suplantó las voces y las organizaciones ciudadanas.
     A estos escollos, por si fuera poco, existen problemas propios del sector, como el bajo o nulo presupuesto que tienen, problemas severos en organización interna, la legalización y de recursos, la poca accesibilidad (financiera, de conocimientos, de capacidades, etc.) para legalizar nuestras organizaciones, el bajo grado de profesionalización de  OSC, la falta de asesoría, el financiamiento escaso y carencia de fuentes de financiamiento alterno así como la falta de sensibilidad y apertura del gobierno y sector público.
En 2004 se hizo la Ley federal de fomento para apoyar e impulsar a las organizaciones civiles en México; posteriormente se hicieron leyes locales que armonizaron los esfuerzos locales y federales donde se reconoció el papel preponderante de la ciudadanía organizada y abrió pasó a nuevas relaciones entre gobierno y sociedad civil.
Entre 2008 y 2010 en Hidalgo hubo organizaciones civiles que promovieron ante el ejecutivo y legislativo una ley de fomento, fue archivada. Ahora que el Congreso local convoca a un foro para elaborar la ley respectiva, es de exigir que no cometan los mismos errores ni las mismas prácticas del pasado, es hora de revalorar a las organizaciones ciudadanas y construir instituciones con mayor transparencia y rendición de cuentas.