ALFIL NEGRO
La herencia son todos los bienes, derechos y obligaciones que pasan a poder del que hereda cuando llega a faltar el dueño de esos bienes, lo que sin duda para el que hereda generalmente es muy bueno y para el que deja los bienes, testimonio del cariño que tenía por la persona o personas beneficiadas.
En política pasa lo mismo, en cuanto a las herencias de poder
El que tiene el poder de alguna manera en ese afán de mantenerse presente en el escenario de las grandes decisiones, busca la manera de que su partido, sus familiares, conocidos y amigos hereden el poder, para que su presencia no sea olvidada y porque el poder significa una buena manera de vivir lejos casi siempre de las urgencias que tiene la mayoría.
En nuestro estado el partido que tuvo este poder de heredar fue durante 93 años el PRI, porque fueron esos años en los que gobernó ininterrumpidamente, hasta que llegó Morena y lo puso en la cuneta con todo lo que significa ya no ser el mandamás en la entidad.
Esta llegada de la alternancia, provoca que muchos hilos y canales del fenómeno de la herencia se corten, por una razón elemental: no hay qué heredar.
Y en este quedarse sin caminos ni posibilidades de recibir la herencia se quedan hijos de políticos, que ya aparecían como la nueva generación de los tricolores, que recibían el impulso de sus padres y por lo mismo, con mucha ventaja en relación con los simples hijos de vecinos.
Pero en la herencia también se heredan derechos Y OBLIGACIONES y como están las cosas en el partido del Bulevar Colosio, es la hora en que habrá que ver la capacidad de hacer de este panorama sombrío y de derrota un campo de trabajo y de responsabilidad de muchos herederos, que ya se apuntaban para cosechar donde ellos no habían sembrado nada.
Es aquí y ahora donde se deben mostrar como los constructores de un PRI que resurja de la derrota y aspire a triunfos.
Porque llegar donde el apellido del papá o de la mamá es la carta de presentación ,como que no tiene mucho chiste ,porque lo que hubieran conseguido era más bien un reconocimiento a sus padres que les habrían ahorrado la parte más difícil del camino.
Lo qué hay ahora es mucho trabajo y poca recompensa, muchos desvelos y la garantía de nada, escenarios donde no se tiene el poder pero también la oportunidad de hacer del trabajo y el esfuerzo la muestra de que tienen madera para recomponer a su partido.
Mucho dependerá de lo que decidan en familia, y particularmente, quien tenga una historia de presencia política, que les permita heredar en esta hora no la facilidad para puestos o candidaturas, sino para el trabajo serio y fuerte cuando la barca se hunde.
Más de uno ya aparecía en el escenario esperemos que se mantengan en esa misma línea de presencia con trabajo.
No se ve que vaya a haber recomendaciones inmediatas o por lo menos no en lo que se esperaba si el tricolor hubiera ganado la gubernatura, porque las cosas han cambiado, pero es en esta hora cuando se ve el tamaño de la gente.
Lo mismo se debe decir de los grupos políticos que en tiempo de elecciones peleaban con todo el derecho a las candidaturas, y obvio es decirlo, a los apoyos a los que se acostumbraron siempre.
Es la hora en que ya se verá si son capaces de devolverle a su partido algo de lo mucho que les dio en dinero y poder, porque sólo recibir no cuesta nada, pero dar sin cosechar ya es otra cosa.
Los que ya soñaban en la herencia tendrán que trabajar para “medio cosechar”.
Las cosas cambiaron y ya no es como antes.
Como dijo el general Breno cuando venció a los romanos: “Ay, de los vencidos”.
