CINE DE HOY
Durante muchos años el cine mexicano volteó sus ojos a las clases más humildes con obras maestras como Los olvidados de Luis Buñuel, o toda la parafernalia tremendista de Arturo Ripstein desde Mentiras piadosas.
Pero a últimas fechas se percató de que también podría ser interesante ver el comportamiento de las clases altas.
Michel Franco las retrató en la fallida Daniel y Ana, que pretendía mostrar un caso verídico de incesto.
Ahora el mismo Franco es el productor de Los herederos, un filme de Jorge Hernández Aldana que forma parte de la sección Ahora México del VI Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM).
El Coyo (Maximo Hollander) es un tímido adolescente de una familia acomodada que trata de encajar con sus amigos pudientes de la escuela y la colonia.
Queda enojado cuando su perro es envenenado y para tratar de impresionar a sus amigos, saca la camioneta familiar en las noches, e incluso sustrae la pistola de su padre.
Tras bromear con sus compañeros de parranda, deciden asaltar una panadería, con funestos resultados.
Abandonado por sus pseudos amigos, deberá confesar su crimen a sus padres, que deciden sacarlo del país.
El problema con la dupla Franco-Hernández, es que no pretenden hacer una denuncia de la impunidad de estos juniors.
Es más parecen identificarse con ellos y hasta justificarlos como jóvenes sensibles.
Los herederos resulta pues un reaccionario filme sobre los juniors y para ellos mismos.