Una de ellas comenta: “la tragedia que ocurrió en nuestro municipio nos marcó no sólo con el dolor, sino hacia afuera”

Cuando llegan a otro municipio, o a otro estado, al preguntarle su procedencia, los relacionan con la explosión y los discriminan

“Hemos aprendido a vivir con el dolor, fueron muchos muertos”, expresó un grupo de mujeres que dialogaban en el jardín, al preguntarles sobre cómo han superado la tragedia del 18 de enero del 2019.

Las mujeres, quienes se negaron a revelar su identidad, comentaron que una de las situaciones más terribles que han tenido que enfrentar, desde luego sin dejar de lado el dolor que les causó la muerte de sus seres queridos, es el estigma que se ha dado a través de las redes sociales de acusar a sus familiares de huachicoleros, cuando han dejado claro que cometieron un error como cualquier ser humano, pero que no eran delincuentes.

Con la mirada al cielo, una de las mujeres comenta: “la tragedia que ocurrió en nuestro municipio nos marcó no sólo con el dolor, sino hacia afuera. Tengo un hermano que se dedica al campo y  otros a las actividades de albañilería y cuando llegan a otro municipio e incluso a otro estado, al preguntarle su procedencia, de inmediato los relacionan con la explosión y los discriminan”.

Para muchos de los familiares de las personas que perdieron la vida, el apoyo que han recibido de los gobiernos estatal y federal ha sido insuficiente, pero confían en que se cumplan muchas de las promesas que se hicieron, sobre todo para con los niños y niñas que quedaron en la orfandad, que les brinden oportunidades de desarrollo y bienestar que sus padres no tuvieron y que eso los motivó a tomar una mala decisión de pretender hacerse de unos cuantos litros de gasolina gratis, lo que les costó la vida.

Hicieron patente su deseo de que las cosas cambien en  Tlahuelilpan, Hidalgo y México: “la tragedia no debió ocurrir”.

“Que el dolor y el luto de Tlahuelilpan sirva para que nunca más se repita una tragedia de esta magnitud, la tristeza y el dolor a todos los afectados por el resto de nuestros días nos va embargar”, concluyó una de ellas con lágrimas, que sus vecinas compartieron  y se tomaron de la mano.