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“He preguntado a Dios: ¿Y ahora qué hacemos?”

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Obispo ante preguntas de por qué Dios nos hizo esto

●    Día de luto nacional, con funerales en presencia de las más altas autoridades del país

Denuncia del fiscal de Rieti: «No todo es culpa de la naturaleza. Se construyeron edificios construidos con más arena que cemento»
Hay 35 ataúdes, todos iguales menos dos más pequeños para dos niños, alineados ante el altar improvisado en un polideportivo en Ascoli Piceno, en el centro de Italia.
Al solemne funeral por las víctimas de esta región de las Marcas asistieron el presidente de la República, Sergio Matarella y el primer ministro, Matteo Renzi, con su mujer Agnese en lágrimas.
Es el día del luto nacional y todo el país se une en un abrazo al dolor de los familiares. Abriendo la ceremonia religiosa, el obispo de Ascoli Piceno, Giovanni D’ Ercole, intentó dar respuesta sus fieles, que ante sus casas destruidas, le preguntaban durante estos días: ¿Por qué Dios ha permitido este desastre? «En mi nombre –les dice el obispo- y en el de esta nuestra gente traicionada por el baile destructor de la tierra, me he dirigido a Dios Padre, y estimulado por la angustia, por la humillación de seres humanos a los que se les había robado su última esperanza, le he preguntado: ¿Y ahora qué hacemos?».
En emotiva homilía, el obispo les ha dicho que es el momento de la esperanza: «No tengáis miedo de gritar vuestro sufrimiento, pero no perdáis el coraje. Hemos llorado juntos, ahora es el momento de la esperanza».
«Juntos reconstruiremos nuestras casas e iglesias, juntos daremos vida a nuestras comunidades, a partir de nuestras tradiciones y desde los escombros de la muerte». Después recuerda a Giorgia –rescatada tras 16 horas bajo escombros- y a Giulia, las dos hermanas adolescentes, cuya historia conmovió al país: solamente Giorgia ha sobrevivido. Muerte y vida eran abrazadas.
Antes del funeral, el presidente de la República visitó Accumoli, donde se registró el epicentro del terremoto, cuyo efecto en ese territorio ha sido el de rebajarlo en 20 centímetros. Ante la angustia y soledad de quienes han perdido todo –casi 2500 personas están viviendo en tiendas de campaña- Sergio Mattarela prometió no dejarles solos: «No os preocupéis, haremos todo lo posible para estar a vuestro lado. No os dejaremos solos».