Estimados Amigos, con el placer de saludarlos como todas las semanas desde este espacio en el Diario Plaza Juárez. En varias ocasiones nos hemos referido en estas páginas al preponderante lugar que, indudablemente, ha tenido la Mujer en la Fiesta Brava; si bien en los orígenes de la Tauromaquia su presencia se limitaba a los tendidos de las plazas de toros; aún en la actualidad es inconcebible ver un tendido sin mujeres, o haciendo el paseo en el ruedo (que no el paseíllo), luciendo trajes típicos españoles en carrozas adornadas , o bien a caballo, o mujeres en palcos tocadas con mantillas, o en barreras desplegando los brillantes capotes de paseo que les lanzan los toreros.
Sin embargo siendo la lidia de toros eminentemente actividad de hombres, por sus propias características y las cualidades que requieren quienes se dedican a esta profesión, principalmente la relacionada con el valor, la participación profesional de la Mujer, estuvo mucho tiempo restringida; dura ha sido la lucha que han debido enfrentar las mujeres para torear profesionalmente; desde Nicolasa Escamilla, “La Pajuelera” en el último cuarto del siglo XVIII que se atrevió a rivalizar con Joaquín Rodríguez “Costillares”, Pedro Romero y José Delgado Guerra “Pepe-Hillo”, estos tres diestros padres del toreo moderno, hasta Angela Hernández. “Angela”, que libró una férrea batalla legal enfrentando al gobierno totalitarista y misógino de Francisco Franco, para echar abajo una disposición del Artículo 49 del Reglamento Taurino, de 1908, que prohibía a las mujeres lidiar a pie en las plazas de toros, iniciando ese proceso en febrero 1972 mismo que culminó el 10 de agosto de 1974, al ser publicada una orden del Ministerio de Gobernación por la que se promulga la autorización a las mujeres para actuar en Plazas Españolas.
Sin embargo a pesar de haber logrado la autorización oficial para torear de manera profesional, las mujeres han debido enfrentar la negativa de algunos toreros para alternar con ellas y la limitante de empresas que no reconocen su valía como profesionales.