Investigadores aseguran haber hallado la primera evidencia arqueo-antropológica concreta de la presencia musulmana en Europa durante la Edad Media, en tres tumbas excavadas en Nimes, en el sur de Francia.
Los entierros fueron hechos según los ritos funerarios islámicos y los tres esqueletos datan del siglo VIII, tienen linaje paterno musulmán, probablemente del norte de África, afirman científicos del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica de la Universidad de Burdeos.
El equipo de investigadores primero observó la presencia de tradiciones musulmanas en los entierros, ya que los esqueletos estaban colocados sobre su costado derecho en orientación sureste, en dirección a La Meca, en Arabia Saudita donde nació el profeta Mahoma.
Además la forma en que se excavaron las fosas corresponde al rito tradicional islámico, con un nicho lateral y cerradas por losas o piedras, refieren los investigadores en un artículo publicado en la revista científica PLOS ONE.
Posteriormente, realizaron análisis radiométricos cuyos resultados mostraron que los restos humanos datan del siglo VIII, lo que hace eco a las fuentes históricas que documentan la presencia musulmana en el sur de la Galia, ahora Francia.
Estudios paleogenéticos a los esqueletos indicaron un linaje paterno musulmán, de ascendencia del norte de África, en los tres individuos quienes se estima habrían sido soldados de esa región, dos de ellos de entre 20 y 30 años y otro de unos 50.