HACE UN AÑO

0
HACE UN AÑO

ALFIL NEGRO

Hace un año Tula y ocho municipios más sufrieron los días 6 y 7 de septiembre una terrible inundación, que dejó como saldo más de 30 mil viviendas dañadas,17 mil negocios afectados y cerca de 70 mil ciudadanos con problemas, aparte de 14 pacientes del hospital del Seguro Social que perdieron la vida.

Desde el 6 de septiembre inició el problema en Tepeji y la madrugada del 7 de septiembre los ríos Salado y Rosas se desbordaron y provocaron la inundación más fuerte que haya sufrido la ciudad de los atlantes, con los números de daños ya señalados.

Lo sucedido provocó en su momento la generosidad de mucha gente, que apoyó con lo que pudo a los afectados y la presencia el mismo día del ahora ex gobernador Fayad que recorrió la zona afectada, mientras que el gobierno federal también se hacía presente en ese momento y después con un programa de apoyos que para muchos fue insuficiente, porque lo que esperaban era una respuesta total a lo perdido por la inundación.

Como es una costumbre, surgieron los líderes que quisieron encabezar reclamos y exigencias sin mucho éxito porque los organismos gubernamentales actuaron en la medida de lo posible, de acuerdo a la tragedia sin prestarse a presiones y actitudes parecidas.

Lo realmente importante es y sigue siendo la prevención para que no se vuelva a repetir la tragedia, con obras y acciones que den cauce al agua que llega a Hidalgo proveniente del Valle de México, por lo que se ve sin control y en este caso una decisión que no midió las consecuencias y que tuvo resultados fatales para la población con pérdidas de vidas humanas.

De hecho el gobierno federal decidió una serie de acciones a efecto de dar seguridad al paso del agua en los cauces de los ríos que llevan estas descargas de aguas negras, pero la población o mejor dicho los llamados activistas, las han calificado de insuficientes y de no ser las respuestas que esperaban para este tipo de problemas en esta ciudad mártir.

Respuestas a medias, politización del caso en que los grillos buscaron no soluciones sino cómo dañar a la autoridad municipal, falta de coordinación entre las instancias del gobierno y finalmente obras que avanzan a paso de tortuga y que evidentemente no son respuestas adecuadas al tamaña del problema es lo que tenemos.

En el fondo el problema es el agua.

Porque Hidalgo le entrega a la Ciudad de México agua limpia que ya provoca carencias en nuestra entidad y recibe a cambio aguas negras, que por otro lado permiten regar miles de hectáreas para cultivos, en un cambalache en el que al final salimos perdiendo, aunque con la ganancia del agua para el riego .

Le tocará a Julio Menchaca encontrar caminos de solución definitiva a esta situación, en la que el agua es el gran problema para Hidalgo y para el Valle de México.

En la madrugada del 7 de septiembre de 2021 fue esta tragedia.

Olvidarla es una apuesta que tiene el riesgo de que se vuelva a repetir.