El presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, fracasó en su intento de que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizara un evento frente a la alcaldía con los seguidores de la organización SION.
Previamente, se organizaron con el propósito de bloquear al equipo de logística del mandatario mexicano, para hacerlo pasar por un punto donde los seguidores del alcalde pudieran cercarle el paso y obligarlo a bajar y dirigir un mensaje a su lado.
El alcalde, fue excluido de los planes de la logística, sólo estuvo como invitado, fue sentado en uno de los extremos del presídium.
Bajo su brazo un folder con documentos serían entregados, en ellos se incluían diversas peticiones de obra pública.
Un día antes, el alcalde junto con sus seguidores y su esposa, Susana Paz, organizaron una actividad en la que exigieron ser escuchados por el jefe del Ejecutivo federal. La principal petición, según el alcalde, eran obras de agua potable.
Sin embargo, su exigencia de un evento aparte con él, en la plaza pública de Ixmiquilpan, nunca tuvo eco por parte del gobierno federal.
Durante su mensaje, el mandatario mexicano, saludó y agradeció la anfitrionía del alcalde, asimismo hizo un llamado a los habitantes de Ixmiquilpan a no dividirse, a no pelearse y superar diferencias.