Los republicanos volvieron a fracasar ayer en su intento de enterrar el Obamacare. Después de cuatro días de extenuante pulso, el Senado rechazó una iniciativa de mínimos presentada por el líder de la mayoría conservadora en la Cámara, Mitch McConnell. Fue el tercer intento fallido desde que se aprobó debatir la reforma sanitaria y una clara señal de que la división preside las filas del presidente Donald Trump.
La oposición de John McCain, con un tumor recién extirpado y cuya estatura política se ha disparado esta semana, fue decisiva en el resultado (51 votos en contra, 49 a favor). Sin su rechazo, basado en la necesidad de buscar el consenso, la iniciativa habría salido adelante con el voto de calidad del vicepresidente, Mike Pence. “Tres republicanos y 48 demócratas han dejado tirado al pueblo americano. ¡Como dije desde el principio, dejad que el Obamacare se hunda, entonces cerrad el acuerdo!”, bramó Trump en un tuit.
Es una muerte a cámara lenta. Desde que Trump ganó las elecciones, el sistema sanitario creado por Obama se ha visto amenazado por el borrón y cuenta nueva.
