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¡Gracias Adalberto!

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¡Gracias Adalberto!

Pulso del Mezquital

Muy joven toqué la puerta del Diario Plaza Juárez. No soy valiente, soy aventado, así que me aventuré y pedí una oportunidad, total no tenía nada que perder. Un pasillo me condujo hasta su oficina, ahí fui recibido cordialmente por Adalberto Peralta, al que conocía solo por su voz a través de su noticiero “Al Aire”, el más escuchado en Hidalgo. En ese momento, mi nerviosismo era evidente, no porque haya ido a pedir trabajo, sino porque estaba ante alguien al que yo admiraba, con el que quería colaborar algún día, era una especie de asombro y a la vez me sentía intimidado, aunque buscaba mostrar seguridad y temple. 

Amable y corto de palabras, me hizo las preguntas básicas y después en otra sala, junto a quien en ese momento era el director, Javier Peralta, me aplicaron la entrevista de rigor y me entregaron un manual que aún conservo. Estaría a prueba 15 días para ver si tenía las cualidades para ser el corresponsal en la región del Mezquital. 

Diario Plaza Juárez, también era joven, comenzando a cubrir todos los rincones del estado y con un servidor abrimos paso por la región del Mezquital. Fueron menos de 15 días, para recibir de él  una llamada con los primeros cumplidos en esta ya larga carrera junto a esta mi casa editorial. 

Quizá nunca lo platiqué con él, pero como corresponsal, con su encomienda, nos tocó padecer, pagar como dicen, el derecho de piso y comer polvo del camino que otros compañeros reporteros ya caminaban. Pero sus palabras fortalecieron este espíritu, no claudicamos y entendí que aunque la dirección era la misma, yo debía caminar en el carril contrario y comenzamos a darle voz a quienes no la tenían, dejando a un lado las fuentes institucionales oficialistas y trabajar al lado de los ciudadanos. 

Un día me habló para invitarme a colaborar en el noticiero “Al Aire”, era un sueño hecho realidad, donde cumplí cabalmente, posteriormente fui convocado a escribir esta columna. Cuando teníamos oportunidad de platicar, siempre fue un hombre generoso en sus comentarios hacia un servidor, atento, acompañando sus palabras con un consejo. 

Tristemente, hoy tenemos que hablar en pasado de alguien a quien tenemos presente. Gracias señor Adalberto, por compartir con nosotros brevemente parte de este camino llamado vida, por permitirme ser parte de este sueño llamado Plaza Juárez, por la escuela que formó en quienes tuvimos la oportunidad de colaborar a su lado. 

Buen camino, maestro. 

En corto: 

• Gracias, la siguiente semana nos leemos en este espacio. 

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@MarkoCabanas