ESPECIAL DÍA DE MUERTOS
Cada año se prepara este platillo para ser colocado en los altares
Se acerca el día de muertos, y con ello la preparación de los diferentes tipos de ofrendas que hay en cada una de las regiones del estado, desde los dos hasta los siete niveles, o bien pueden ser de una estructura más sencilla pero, al final, corresponden para darle la bienvenida a aquellos seres que nos han dejado hace algún tiempo y que visitan el mundo terrenal en estos días.
Dentro de los componentes que se tienen dentro de la ofrenda a esos que ya no están en este mundo, se encuentran las flores de cempasúchil, el copal, el pan de muerto, las calaveras de chocolate, entre otras cosas más, sin embargo, en la región del Valle del Mezquital se les agrega algo distinto, una gordita de maíz que entra en lo popular y en lo desconocido al mismo tiempo.
Álvara Elidia Reyes Azpeitia, habitante de uno de los municipios pertenecientes a la región del estado caracterizada por la vegetación abundante de espinas y el clima caluroso, prepara al pie del fogón uno de los elementos principales de estos altares para aquellos que ya se fueron, las tradicionales gorditas de maíz del Valle del Mezquital.
Los ingredientes
Reyes Azpeitia dice que para que este producto se pueda realizar de mejor manera es necesario contar con algunos ingredientes guardados desde un año anterior y se pueda tener una mayor facilidad en el manejo de la masa que posteriormente servirá para preparar las gorditas.
Una vez dicha la advertencia, la señora de edad avanzada, comenta que para la preparación son necesarios: Cuatro cuartillos de masa de maíz seco, único ingrediente que se debe tener de años anteriores, 22 huevos, 125 gramos de manteca, cuatro litros de leche bronca de vaca, tres barras de mantequilla, medio kilogramo de guayaba y canela y anís al gusto del paladar.
Además de los elementos antes mencionados, es necesario realizar una labor con un poco de dificultad extra, ya que para colocarlo en el comal y se dé el proceso de cocción de manera correcta, se debe ir en búsqueda de piedras que se encuentren en los hormigueros y posteriormente lavarlas, ya que esto permitirá el paso del calor sin que se manchen con tizne..
La preparación
Una vez que se tienen todos los ingredientes, se prepara una mezcla de la harina con los huevos, y tras un par de minutos se le debe agregar la manteca y la mantequilla, para después dar paso a tres de los cuatro litros de leche, colocarle la canela, el anís y finalmente una mezcla entre la guayaba y otro tanto de leche.
Después de ello, Elidia dice que por lo menos se debe realizar la mezcla por un espacio de una hora, y que se logre una consistencia exacta para que se pueda aplanar y cortar en diferentes formas, ya sea a mano o con la ayuda de algunos moldes de metal u otros materiales.
Ya frente al fuego y mientras coloca las piezas, señala que la preparación de este alimento se la aprendió a su madre, pues desde que tiene memoria siempre en su hogar aun con carencias se han realizado, pero con la diferencia de que algunos ingredientes eran más frescos debido a que se molían en metate y no en los molinos.
“Tarda como unos 15 o 20 minutos en el fuego, para que se doren bonito, pero debe estar bien caliente el comal y las piedras también, que haya un cocimiento parejo, ya luego quitamos los buenos y ponemos los crudos. Lo mismo con las piedras”.
El significado
La señora dice que esto es una costumbre que ya se trae desde inicios del siglo pasado, y se hace en especialmente en esta época del año porque es cuando llegan los difuntos, “esta es una ofrenda de cada año e incluso los de los negocios saben que es así porque no se muele el maíz seco en otras fechas”, dice.
Así mismo, dice que los primeros a los que se les puede poner este alimento son a los que hayan fallecido a causa de algún accidente, pues señala que de acuerdo con las creencias que se tienen, a ellos solamente se les tiene permitido arribar a los hogares a mediados de octubre y no en los primeros días de noviembre.
Época actual
Reyes Azpeitia comenta que en estos últimos años ya son diferentes las formas de la preparación y a veces distan mucho de la tradicional, pues hay algunos que tienen sabores o incluso los mandan a hacer a las panaderías, y señala que “ellos lo que quieren es ahorrarse todo el trabajo de estar frente al fuego, ya somos muy pocos los que lo hacemos así, pero seguimos en la costumbre”.
Sin conocimiento del nombre
Popular entre los pobladores, desde el 18 de octubre inician los preparativos para realizar estos productos, pero no hay huella alguna de este producto, pues apenas la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) los conoce como gorditas de maíz.
De acuerdo con la propia CDI, esta elaboración solamente es una gordita de maíz amasada con arena de hormiguero, y señala que lo que recuerda es el mito de Quetzalcóatl, quien penetró al inframundo para tomar los huesos precisos que dieron origen a la humanidad.
Pero para los habitantes de esta región, este platillo tan especial para estas fechas tiene el fonema de “cides”, aunque para la escritura casi nadie concuerda, ya que se debate si esta inicia con c, s, x o bien con la tz y algunas casas que comercializan con este producto lo colocan con otras letras.