IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
El llamado por innumerables instituciones dirigido a la sociedad para respetar la dignidad de la comunidad LGBTTTI+ conformada por personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis, Intersexuales y más, para dar garantía al derecho a vivir de manera libre e igualitaria, no ha tenido la respuesta esperada, midiéndose en la discriminación basada en la orientación y la identidad de género.
Luego de que la Organización Mundial de la Salud en un 17 de mayo de 1990 anuló la homosexualidad dentro de la clasificación internacional de enfermedades mentales, la Organización de las Naciones Unidas en el año del 2004 decretó el día internacional contra la homofobia, bifobia y transfobia con la misma fecha; hecho histórico que después de 32 años no ha podido generar las condiciones para erradicar la discriminación.
Hasta 2020 según datos de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex, 69 estados miembros de la ONU todavía criminalizan los actos sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo, 67 por disposiciones legales explícitas y 2 de facto. En 6 de ellos, la pena de muerte es un castigo prescrito y en otros cinco la pena de muerte podría llegar a imponerse al seguir códigos legales o religiosos.
Es devastadora la discriminación con fuerte carga de violencia y odio en contra de las personas de la comunidad LGBTTTI+, que se pone de manifiesto con ofensas, trato desigual y asesinatos, robusteciendo el silencio para ocultar quien se es, y los lamentables suicidios.
Es el caso de Sarah Hegazi, feminista gueer egipcia quien en un concierto se atrevió a ondear la bandera de arcoíris como una forma de celebrar su identidad de quien ella fuera, pagó las consecuencias con su vida al ser arrestada, sometida a abusos sexuales, torturas y detención arbitraria; tras ser puesta en libertad sin cargos se exilió a Canadá, causándole un trastorno de estrés postraumático con depresión y ataques de ansiedad de pánico, impidiéndole despedir a su madre fallecida en Egipto, situación que la llevó a quitarse la vida.
Según datos que seguramente son inexactos del Observatorio Transgender Europe, referentes al número de personas trans víctimas preferenciales de asesinatos en todo el mundo en el periodo del 2008 a 2020, fue de 3,664 por prejuicios discriminatorios documentados, correspondiendo 1520 en Brasil, 528 en México, 271 en Estados Unidos, 180 en Colombia, 126 en Venezuela y 107 en Honduras.
Por otra parte, el estudio realizado por la agrupación The World Justice Project referente al índice del estado de derecho en el mundo 2021, indica que los países más justos e incluyentes son los que se encuentran mejor evaluados en la aceptación social hacia la población LGBTTTI+; son países que invierten en un nivel de escolaridad mayor para incrementar la aceptación a la diversidad.
Es por ello que hoy necesitamos personas más justas e incluyentes en los gobiernos para lograr un estado de derecho respetuoso y garante de los derechos humanos de la ciudadanía, que promuevan cambios culturales y sociales permanentes desarrollando capacidades de aceptación, tolerancia y respeto a la diversidad, a través de leyes armonizadas con los tratados internacionales, acciones afirmativas, y políticas públicas.