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Gerardo Sosa, una última apuesta

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Gerardo Sosa, una última apuesta

RETRATOS HABLADOS

El pasado 3 de febrero por la noche, el líder del Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán, recuperó su libertad, luego de estar preso durante un año y cinco meses en el penal de alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México. También había logrado para esa fecha, el desbloqueo de seis cuentas bancarias con más de tres mil millones de pesos, congeladas por haber llegado a una sucursal de HSBC en Pachuca, procedentes de una inversión por lo menos rara en Suiza.

            Este miércoles 12 de julio de 2023, el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, durante un evento de apoyo a su investidura de “corcholata”, organizado y amenizado con la presencia de miles de trabajadores, estudiantes y maestros de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y también como parte de la corte que le dio la bienvenida (el legislador federal, Cuauhtémoc Ochoa), el ex funcionario federal fue reconocido y vitoreado por haber logrado que Sosa Castelán dejara la prisión mexiquense, para poder seguir su proceso en cautiverio domiciliario.

            Para estos momentos el único delito que se le achaca, y que está en veremos, es haber utilizado empresas fachada para allegarse 58 millones de pesos, a través de Contabilidad Siglo XXI, que dispersó los recursos hacia la Constructora y Arrendadora Yolo SA de CV.

            Sin embargo, y más allá de retomar una historia conocida hasta la saciedad, el hecho es que Sosa Castelán es un político audaz, ducho en caminar sobre la cuerda floja, caer, y levantarse para apostar otra vez, todo, a un personaje como Adán Augusto, que en términos reales es la “corcholata” con menos oportunidades de lograr la candidatura presidencial de Morena, pero también de convertirse en el bateador emergente si todos los demás se caen antes de tiempo.

            Y, por experiencia, si alguien sabe, no solo sobrevivir a tiempos críticos, sino convertirse en un personaje fundamental para decidir los tiempos electorales, es precisamente el líder del Grupo Universidad, que sin haber explicado a ciencia cierta el origen y destino que pensaba dar a los más de tres mil millones de pesos invertidos en la “banca de primer piso” de Suiza, ya logró que se los liberaran, aunque seguramente con la condición de que no toque un solo peso hasta 2024, y de acuerdo a un plan bien definido que, por coincidencia, mera coincidencia, se cruzará con las elecciones presidenciales.

            Es evidente que Sosa Castelán es un político más curtido y con más experiencia que su propio benefactor que lo sacó de la cárcel, y que hoy por hoy maneja, como siempre ha manejado, la UAEH, sus recursos, sus destinos, porque supo crear todo el andamiaje para que el Patronato Universitario se convirtiera en el gran elector y selector de recursos económicos.

            Pero todo eso empieza a ser parte del pasado anecdótico, y el futuro se presenta de manera diferente, tal vez incluso con la última oportunidad que le convierta en Senador de la República y seguro aspirante a la gubernatura de Hidalgo en cinco años más, aunque eso sí con 71 años de edad para ese momento, que, dicho sea de paso, en estos tiempos de ninguna manera se ve como algo negativo.

            Sabemos pues para estos momentos, de un poder cierto que impulsa a Adán Augusto no solo en Hidalgo, sino en el resto del país, que es el del Grupo Universidad, con recursos económicos millonarios que ahí están, para cuando se ofrezca.

            Sin duda una jugada audaz, riesgosa, propia de un verdadero equilibrista, que dibuja de cuerpo entero a un político que ha sobrevivido a todo, porque gusta jugar absolutamente todo en una sola partida.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta