Home Orbe George W. Bush acude en ayuda de su hermano

George W. Bush acude en ayuda de su hermano

0

Campaña electoral

  • Jeb Bush: “Podría enseñarle el culo al público y la prensa ni se enteraría”

De su hermano alabó su juicio, su fortaleza de carácter y su humildad y al estar en un estado del sur, obviamente su fe. Su hermano salió a continuación para ofrecer de nuevo el discurso de siempre. Su pasado como gobernador de uno de los estados más disfuncionales del país es, en su opinión, credencial suficiente para validar su capacidad para ser presidente. Se refirió a Trump como “ese candidato que hacía un reality mientras mi hermano protegía América”, trajo a Jesucristo a colación un par de veces y dijo estar seguro de que puede derrotar a Hillary.

 

Sin corbata, más envejecido de lo que la gente le recuerda, pero tranquilo y relajado, George W. Bush hablaba ante una audiencia entregada en North Charleston y ante las cámaras de los canales de noticias que habían acomodado su programación para hacer un hueco a una reunión de dos hermanos, el mayor acudiendo en ayuda de uno de los pequeños.

No es habitual que un ex presidente del país participe en las primarias. Pero tampoco es habitual que un candidato esté casado con uno y que otro lo tenga de hermano, así que George W. Bush, al igual que lo hizo Bill Clinton hace una semana, apareció en escena. En su caso fue en un estado del sur, Carolina del Sur, en apoyo a un candidato que, sentado en una silla, detrás del podio tenía una cara de no estar disfrutando en absoluto ese momento.

Si finalmente Jeb ha decidido dejar de huir de su relación con su hermano, o si es un movimiento de emergencia para salvar su campaña, es imposible de saber. 43, como algunos le llaman para diferenciarle de su padre, 41, justificó su aparición al decir que “me preocupo por Jeb y me preocupo por América”. Sin teleprompter, el ex presidente leyó su discurso con la experiencia del que lo ha hecho miles de veces y que sabe que lo que le han escrito está bien escrito. Contó anécdotas familiares, personales y de su paso por la Casa Blanca. Hizo reír a la audiencia y se burló de sí mismo en varias ocasiones -“he escrito un par de libros en este tiempo, lo que ha sorprendido a mucha gente que pensaba que no sabía leer, mucho menos escribir”, “he comenzado también a pintar, pero creo que la firma vale más que la pintura”- .

Habló de su madre, porque todos los Bush lo hacen, recordó el momento en el que le dijeron que el segundo avión se había estrellado en las Torres Gemelas y entre historias y recuerdos hábilmente intercaló los mensajes de apoyo a su hermano y un par de mensajes a Trump.

“He aprendido que la persona más fuerte no es normalmente la más ruidosa”, dijo en una ocasión en la que se refería a la fuerza de carácter de su hermano. Hubo otro, que podría haber servido tanto para Trump como para Sanders “sé que los americanos están frustrados y enfadados, pero no necesitamos a alguien en la Casa Blanca que inflame esos ánimos”.